Capítulo 22: La Nueva Reunión

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Después de haber logrado una reunión consecutiva entre los ocho integrantes, la tercera no tuvo la misma suerte.

Era un echo que Fany, la recién convencida aceptaría en cualquier momento e incluso lo pondría como prioridad máxima.

Los chicos rara vez se negaban.

El problema eran el resto de las chicas.

Jessi, Angela y Magali en concreto.

Por qué, a pesar de que trataban de organizar un día en el que ellas tres pudieran asistir, o una salia con un compromiso, o dos tenían mucha tarea y mucho estudio o de plano las tres decían que no.

Así estuvieron una semana completa hasta que recibieron el si de las tres.

Alejandro creía que parte del si fue la gran insistencia de el y de la chica.

La cita sería como habían quedado antes en la casa de Fany.

La razón: convivir como lo habían estado haciendo en las reuniones anteriores con juegos de mesa, frituras y refresco.

Dyllan dijo que unas cervezas no estarían mal, igual nadie se negó y a pesar de que ellos aceptaron trabajar con Alejandro en relación al musdux, el chico no les dijo absolutamente nada sobre lo que tenían planeado.

En algún punto también se presentó el problema de que Angela decía que era hora de salir a pasear o a conocer lugares.

Todos habían estado de acuerdo menos claramente Alejandro y Fany que rogaron hasta el cansancio para que eso no sucediera.

Hasta que por fin, los ocho nuevamente estaban juntos.

—Bueno... —Jessi dejo el refresco que había traído en la mesa. —Ya que ustedes. —Señala a Alejandro y Fany. —Estuvieron de intensos toda la semana para este día, sugieran que es lo que deberíamos hacer primero.

Los chicos se vieron entre ellos y después soltaron una risa nerviosa.

Alejandro estaba a punto de responder cuando Fany le ganó.

—Bueno, ¿Prefieren el uno o conquian?.

Alejandro asiente. —Pues, jamás he jugado conquian con ustedes.

—Yo no se jugar. —Magali protesta.

—Yo tampoco. —Jessi ríe.

—Pues les enseñamos. —Jesus ofrece.

—Ay no... Pero... —Jessi se queja.

—Bueno, a mi si enseñenme. —Magali se acerca a la mesa y se sienta.

Fany va al mueble que sostiene su Smart Tv y de abajo abre un cajón donde saca las barajas y las pone en la mesa.

Jesus con Dyllan se acercan a Magali, agarran una silla y se sienta.

Jesus busca a Angela y la llama.

—¿Que paso?. —Responde distraída pues estaba observando su celular.

—¿No vas a venir para que te enseñemos?. —Jesus pregunta.

—¿Y quién te dijo que yo no sabía?. —Angela se escucha indignada.

Jesus ríe. —¿Apoco sabes?.

—Ahorita que te gane a ver si te ríes. —Angela ahora parece responder un mensaje que le enviaron al celular.

—Aja, bueno. —Jesus le da el avionazo a su amiga y regresa con Magali que ya está aprendiendo algunas cosas gracias a Dyllan.

Los chicos procuran enseñarle lo más rápido posible.

Jessi prefiere solo mirar como juegan.

Después de algunos minutos, Jesus llama a todos a la mesa para que se sienten y comienze el juego.

Cómo son demasiados, no pueden jugar al mismo tiempo, así que se van turnando de acuerdo a quien va ganando y quién tiene el peor juego.

Incluso Jessica, después de algunas rondas se anima a jugar.

Cuando ya se han divertido lo suficiente cambian al uno para que ahora pueden jugar todos.

Los refrescos y las cervezas comienzan a acabarse.

Las frituras son las primeras en terminarse.

—Bueno. —Fany se está riendo por que Luis Angel estaba a punto de ganar y en los turnos siguientes le tocaron 3 +4 seguidos. —Creo que mejor pasamos al siguiente juego. —Observa a Alejandro que también está privado de risa para tratar de indicarle que se prepare.

El chico no reacciona.

—Ay que pasar a otro juego ¿No Alejandro?. —Pregunta Fany "disimuladamente".

—¡Ah!, Por supuesto, por supuesto. —Alejandro se limpia la lágrima que tiene en su ojo

Luego suspira y esconde al musdux que traía en su suéter entre sus manos, se levanta de la mesa y no tan distanciado se sienta en el suelo en posición de flor de loto.

—¿Que quieren jugar?. —Jessi pregunta después de tranquilizarse un poco.

Fany no les puede decir por lo que finge que no la escucha.

—¡Fany!. —Le grita Jessica.

—¿Que?. —Tambien finge su desorientación.

—Te pregunté sobre lo que querían jugar.

—Ah... —La chica voltea hacia donde vio a Alejandro sentarse y no sabe si ya logro activar el musdux o todavía no. —Am... Que Alejandro explique la mecánica.

—¿Otra vez el?. —Magali y Angela que alcanzaron a escuchar junto con Jessi voltean hacia donde Fany miro y miran a Alejandro.

Magali quería preguntar sobre lo que estaba haciendo el chico, pero es muy tarde por que la proyecciones del musdux comienzan a aparecer.

—Bienvenidos jóvenes aprendices, ¿Están listos para comenzar el nivel?.

—¿Que?. —Jesus reacciona y voltea.

—¿Acaso?... ¿Es la cosa de la otra vez?. —Angela observa la proyección.

Fany se levanta rápidamente y se acerca con Alejandro. —Si.

—¿¡Que!?. —Preguntan todos menos por supuesto Fany y Alejandro.

—Muy bien, entonces comencemos con el ataque. —El musdux parece apagarse por un momento.

—Ata... ¿¡Que!?. —Magali está confundida.

En realidad todos lo están.

Su alrededor comienza a oscurecerse y los chicos que estaban sentados comienzan a acercarse con Fany y Alejandro, una luz sobresale de arriba como la vez anterior, solo que a diferencia de, tienen un perímetro de 4 metros con vista.

Pasando de eso, solo hay una completa oscuridad.

La luz atraviesa el musdux en el centro que es a donde todos terminan por arrinconarse.

—Los defensores. —Habla el musdux y los chicos voltean a verlo. —Aparte de utilizar movimientos para invocar accesorios de apoyo, también se caracterizan por portar algo que es de suma importancia y de identidad. —El musdux proyecta un gran recuadro con muchas formas que los chicos pueden reconocer. —Su arma, que es escogida por el universo de acuerdo a sus habilidades y personalidad.

Los chicos están maravillados con el gran catálogo de objetos de defensa que están proyectados.

—El día de hoy tendrán que aprender a como invocar la suya o de lo contrario, tendrán que morir.

—¿¡Que!?... —Dicen nuevamente todos al unisono.

Defensores: El Secreto Del LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora