Capítulo 6: La Carrera

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En numerosas ocasiones, "Los Downs" que era uno de los tantos nombres con el cual se identificaban Alejandro y su grupo de amigos, habían hablado sobre lo maravilloso que sería ir a un parque acuático.

Aunque eso jamás se logró, en el hotel donde estaban hospedados había una gran alberca.

No era un parque acuático, pero era lo más cercano en ese momento de sus vidas.

—¿Que les parece si hacemos unas carreras de nado y el que llegue al último se avienta de la plataforma de 3 metros?. —Jesús sugiere al haber termino de jugar con una pelota de voley.

Alejandro asiente. —Bueno, en todo caso el problema sería para el más lento y el más miedoso.

Dyllan ve la plataforma. —Pues yo si le entró.

Luis Ángel se acerca a el. —Yo también.

Ellos ven a Alejandro. —Pues sale, a ver. —Se termina convenciendo.

Ahora todos los hombres ven a las mujeres.

Las mujeres se ven entre ellas.

—Yo no tengo problema. —Confiesa Fany.

—Ni yo. —Jessi responde.

—Pues ya que todos le van a entrar... —Magali se une y la única que falta es Ángela.

—No manchen que resulta que todos quieren. —Se ríe con una mezcla de enfado e incredulidad.

Ahora los que rien, son Jesús y Dyllan. —Ya Ángela, no seas miedosa.

—Angela, tu sabes nadar muy bien. —Dice Fany para tratar de convencerla.

—Eso cierto, de echo las que deberíamos estar preocupadas somos nosotras. —Concuerda Magali.

Ángela roda los ojos. —Bueno ya, hago la carrera pero si pierdo, yo no salto de ahí.

Todos se quejan.

—Uy, así que chiste Ángela. —Jesus cruza los brazos.

—Mejor ni hubieras venido. —Luis Ángel se acerca a ella y la empuja. —Es más ya vete a tu casa.

Los demás ríen.

—Si, espérame Benita, nada más aprendo a volar y con gusto me regreso.

—Ya Ángela, no seas payasa, no está tan alto. —Jessi insiste.

—Ay, bueno ya, a ver, de dónde a donde.

Jesús mira los límites de la alberca.

Su profundidad es de 4 metros, de largo tiene aproximadamente 7 metros y su ancho es también de 4 metros.

Deciden que la carrera se desarrollará de largo a largo para serlo un poco más difícil.

Se ponen en posición, sonríen entre ellos y Jesús es el encargado de la cuenta regresiva.

—3... 2... 1...

Ahora solo esperan la última señal.

—¡Fuera!.

Todos salen al mismo tiempo.

Jesús por ser el más fuerte y con el de mejor condición, rápidamente comienza a dejar atrás a sus amigos.

El segundo lugar lo pelean Alejandro y Ángela.

Después están Fany, Jessi y Dyllan que hacen su mejor esfuerzo por no quedar hasta el final.

El último puesto está pelado por Magali y Luis Ángel.

Cuando la mayoría está pasando la mitad de la alberca, Jesús ya ganó mientras que Magali observa de reojo que Luis Ángel comienza a rebasarla.

En un solo movimiento, Magali toma el pie de Luis Ángel y lo detiene provocando el freno de los dos, aunque Magali se recupera rápidamente y sigue nadando, Ángel esta confundido y algo enfadado.

En cuanto se da cuenta de la situación, trata de acelerar lo más que puede pero ya es muy tarde, todos están en la meta y Magali la alcanza.

—¡Pinche tramposa, eso no se vale!. —Luis Ángel se queja mientras se dirige con todos.

—Nadie dijo que no se podía hacer trampa. —Magali y las chicas se ríen.

—Doña chingona le dicen. —Dyllan niega.

—Vamos a tener que repetirla. —Jesus sugiera poniéndose en posición de salida.

—¿¡Qué!?. —Fany se queja. —Hay no, vete a la verga Jesús, yo llegue y bien.

Jesús se ríe. —Oh, pues vete a la verga tu, no es mi culpa que tú amiguita haya echo trampa y tampoco es mi culpa que seas una miedosa.

—Miedosa tu abuela. —Fany cruza los brazos.

Jesus responde con carcajadas. —A ver bueno, demuéstrame que no eres una miedosa y vuelve a hacer la carrera.

Fany lo piensa por un momento. —Demuéstrale a tu abuela.

Al final, los chicos vuelven a convencer a sus amigas de que la carrera se reinicie, pero a Alejandro le inquieta algo.

—Oye. —Se dirige a Jesús. —¿A qué horas dijo tu profe que nos teníamos que reunir?, Por que ves que según él, no va a esperar a nadie y no vaya a ser la de malas.

Jesús checa su reloj.

—Son 7:30. —informa. —Dijo que a las 8.

—Entonces...

—Pero tu espérate, solo hacemos esta carrera y ya nos vamos a preparar.

—¿Crees que nos de tiempo?. —Alejandro frunce el ceño.

—Si, tú no te preocupes. —Responde Jesús confiado.

Una vez todos están en posición de salida, Jesús comienza nuevamente la cuenta regresiva recordando.

—Esta vez sin nada de trampas Magali.

—Seguro. —Magali lo dice sin seriedad.

Jesús da la señal y todos nadan lo más rápido posible.

Esta vez nadie hace trampa, pero la que queda al último es Jessi.

Magali decide aventarse con ella para no sentirse tan culpable.

Todos son muy felices y cuando eres feliz, el tiempo se te pasa literalmente volando.

Desafortunadamente, el único que tenía medio presente lo de la reunión en la noche, era Alejandro.

Todo fue tan rápido para ellos y tan efímero, que cuando Alejandro vuelve a tener el pensamiento de la reunión, están conscientes de que a pasado mucho tiempo.

—¡En la madre!. —Jesus checa su reloj. —Son las ocho y media.

—Madres. —Jessi dice mientras todos salen lo más rápido que pueden de la alberca y se dirigen a sus habitaciones.

No escogen la ropa que se van a poner, solo se visten para estar lo más rápido posible.

—Debimos haber salido cuando te dije Jesús. —Recuerda Alejandro nervioso.

—En lugar de decir eso, mejor apúrate.

Cuando los chicos han terminado, las chicas tardan 5 minutos más en estar.

—¿A qué horas son?. —Pregunta desesperada Fany.

Jesús suspira. —Son las 8:50.

Todos han perdido la esperanza, pero aún así corren al punto de reunión solo para confirmar lo obvio.

No hay nadie y eso solo podía significar que...

Ya se habían ido.

Defensores: El Secreto Del LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora