Capítulo 13: El Musdux

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Alejandro se lamentaba por tener que vivir en una sociedad (como diría el bromas) en donde todos te citaban temprano.

Aunque esta vez no se podía quejar pues era el quien lo había echo.

Pero tenía una razón.

Y es que tampoco le podía decir a Fany que la veía en una de su casas.

Si así a la chica le parecía raro.

El punto es que no podía permitir que nadie viera lo que hacía aquel objeto o estaría en problemas.

Y con esa razón, hoy se levantaba aunque con mucho trabajo para mostrarle a Fany lo que incluso había practicado en los pasados dos días.

De echo, como pocas veces en su vida, había llegado puntual.

Esperó en la entrada por 15 minutos, luego apareció Fany.

—¡Hola!. —Alejandro se acerca para saludarla con un abrazo.

—Hola. —Fany lo corresponde.

Alejandro se aleja y sonríe. —Bueno, ahora hay que entrar. —El chico comienza a caminar pero Fany lo detiene. —No... Es que, hay que esperarnos tantito aquí.

Alejandro se extraña. —¿Para que?.

Fany aún no le quiere decir que tiene un invitado. —Tu espérate. —Le dice un poco nerviosa. —Por favor ven. —Piensa en su mente.

—Pero... ¿Por qué?. —Alejandro ríe extrañado. —¿Esperas a alguien?.

—Nooo. —Fany ríe. —Bueno...

—¡¿Bueno!?.

—Es que... —La chica ve como se acerca un camión. —¡Ajá!, Espera. —Cuando llega a la parada, alguien se baja y Fany suspira por su alivio.

—¿Jesús?. —Alejandro pregunta pues el camión lo dejo lejos pero tiene un gran parecido con el.

—Es que... No quería venir sola y... Le dije a Jesús y acepto. —Explica la chica.

Alejandro expresa molestia con una mueca. —Es que solo tenías que venir tu.

Fany ríe. —Pero no creo que haya problema, ¿O si?.

Alejandro se lleva las manos a la cabeza. —¿Pues como voy a decir que si?.

Jesús llega, saluda a Fany de beso y a Alejandro con un "Que onda", aunque es muy notorio su enfado.

—Bueno, ya que llegó Jesús, ahora si, puedes mostrarme lo que quieras. —Fany sonríe.

Jesús reacciona. —A oye si cierto. —Se dirige a la chica. —¿Ya me vas a decir para que querías verme?.

Alejandro ríe y negando suspira.

Se adentran al parque y a pesar de que Fany ya le explicó a Jesús el por qué de la invitación, Alejandro se reserva su razón para la chica.

El parque ecológico es bastante grande, por lo que Alejandro los lleva al lugar más remoto de aquel espacio donde estaba seguro que nadie más estaría a excepción de ellos 3.

Una vez ahí, atrás de un árbol, Alejandro los detiene y piensa un poco.

—¿Ya me vas a mostrar?. —Fany sigue creyendo que es una tontería.

Alejandro mira por última vez que no esté nadie y saca el objeto que tanto problema le dio desde que fueron a la excursión.

—Lo sabía. —Fany suspira molesta

Defensores: El Secreto Del LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora