Capítulo 35: Parejas

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Comenzaba a sentirse un frío muy peculiar en el enorme lugar.

—Pues... Son 6 puertas y nosotros somos 8, fácilmente podríamos ir repartidos para abarcar mayor área. —Sugiere Jessica.

—Yo creo que es lo mejor, así terminamos más rápido. —Concuerda Magali.

—Pero... No sabemos lo que hay detrás de esas puertas, en otros niveles hemos tenido enemigos bastantes molestos y no sabemos si está es la excepción. —Alejandro opina.

—En ese contexto, podría ser muy peligroso ir separados. —Fany lo apoya.

Jessica levanta sus hombros.

—¿Por qué no vamos a la primera puerta, verificamos el área y si no hay enemigos o personas que quieran matarnos, ya nos dividimos para ir cada uno a una?. —Esta vez sugiere Jesus.

—Creo que sigue siendo arriesgado por qué a lo mejor no hay enemigos en una y en otra si, pero como ustedes quieran. —Alejandro deja la decisión en palabras de los demás.

—Yo apoyo a Jesus. —Dice Luis Angel.

Todos los demás asienten.

Alejandro entonces sigue a los demás.

—¿Bueno a cual puerta vamos a entrar?. —Pregunta Fany.

Jesus mira todas y no sé complica. —A esa de allá. —Señala la que estaba enfrente de ellos.

Todos caminan a la dirección indicada.

—Verificar tu, uy si. —Fany se burla de Jesús.

—Aaa, ¿Entonces como lo decía?. —Se defiende el chico.

Los chicos llegan hasta la entrada.

Alejandro podía ver qué todas las siluetas tenían la misma vestimenta pero diferente forma.

—Aja, y ahora como entramos. —Angela dice riendo.

—¿No hay algún botón?. —Dyllan pregunta.

—¿Ves algún botón?. —Magali habla.

Dyllan ve a su amiga. —Bueno tranquila, solo estaba diciendo.

Magali ríe. —Pues es que wey, cosas obvias por favor.

—Solo estaba diciendo Magali no tienes por qué...

—Hay un capítulo de hora de aventura dónde Finn canta una canción y la puerta se abre. —Alejandro recuerda.

—Cierto. —Confirma Angela. —¿Cómo iba?.

—A ver... —Alejandro trata de recordar. —Les diré, algo que, se muy bien, debí decirles que perdí, un pedazo de ti.

Jessica se acerca a la puerta y la toca.

Está inmediatamente se abre por lo que Alejandro deja de cantar y Angela de aplaudir.

—¡Listo!. —Sonrie Jessica.

Alejandro roda los ojos. —Debo admitir que espere mucho pero hubiera sido maravilloso si funcionaba.

Al principio parece no haber nada, solo un gran fondo blanco hasta que empieza a oscurecerse todo.

Eso le da un mal presentimiento a Alejandro.

—Chicos, creo que es hora de sacar sus armas.

—Opino lo mismo. —Fany hace la intia de la arma y toma su espada.

Los demás hacen lo mismo e invocan sus respectivas armas.

Fany, Jesus, Dyllan y Jessica ven a Magali y Angela que ya tienen sus armas.

—Son increíbles. —Fany las halaga.

—No se por que me dan ganas de ir al nivel 1 para terminar con todas esas sombras chocantes pero ahora sí, con todas estas grandes armas. —Jesus confiesa.

—Pues, no estaría nada mal. —Jessica pone especial atención en la lanza de Angela.

Ahí adentro, llega un punto en dónde la oscuridad es tan brutal que no pueden ver nada, más que algo brillante que esta adelante de los chicos.

Alejandro voltea a ver a sus amigos y es su espada de sirio lo que brilla y lo que por el momento, alumbra.

Todos lo ven bastante fascinados.

—¿Es... Es tú arma Ajelandro?. —Jesus le pregunta.

El quiere responder, pero es interrumpido por Fany. —No... —Se acerca hacia el. —Es... ¡Es la espada de sirio!, ¿¡Pero como!?.

Alejandro sonríe. —Lo que te decía, pura práctica... además de que decidí que si no puedo invocar mi arma, entonces utilizare está espada como mía.

Fany sigue sin poder creerlo.

—Espera... ¿Entonces tú también ya tienes un arma?. —Pregunta con tono de indignación Luis Angel.

—Puedes invocarla tu también. —Le dice Alejandro.

—¿¡Pero como!?.

Alejandro voltea a ver a sus demás amigos. —Definitivamente esta semana le toca el libro a Benítez.

Cuando termina de decir eso, se escucha un rayo caer que asusta y alerta a los chicos.

Cuando levantan su mirada, observan que están en lugar demasiado frío.

Hay nieve cayendo y no se puede ver si existe un sol o no.

Detrás de ellos, está la puerta donde entraron.

—Bueno. —Alejandro entrecierra sus ojos. —Es hora de buscar.

Los chicos se empezaron a aventurar a las profundidades del lugar.

Era un ecosistema algo difícil.

Primero intentaron con buscar debajo de las rocas, después había una especial de picos congelados que sobresalían de la nieve.

Jesus optó por llamar a estás cosas como arbustos congelados.

Los demás optaron por destruirlas con la ayuda del tridente de Dyllan y la lanza de Angela.

Pero aún así no pudieron encontrar nada hasta que llegaron a un punto dónde ya no podían ir más allá del lugar en si por qué había un especie de muro.

No estaba visible, simplemente ya no podían pasar.

—¿Y ahora?. —Angela pregunta.

—Pues... Creo que estamos muy seguros de que en esta puerta no hay ninguna piedra. Así que, toca investigar en las demás puertas. —Dice Alejandro indiferente.

—Pero ya vimos que no hay absolutamente nada de enemigos, ahora sí podemos repartirnos para que la búsqueda sea más rápida. —Vuelve a sugerir Jessica.

—Pero...

—Si, por qué si no, nos vamos a tardar mas. —Jesus comenzó a caminar de regreso a la puerta y todos comenzaron a seguirlo.

—Esta bien. —Responde Alejandro no muy convencido.

Vuelven a pasar por todo el camino recorrido checando muy bien de que no se les haya pasado ningún rastro hasta que salen y regresan al lugar de inicio.

—Bueno, nos quedan cinco puertas y somos ocho. —Menciona Jessica.

—Pues que vayan tres grupos de dos a tres puertas y en las otras dos que vayan los que sobraron.

Fany agarra a Jesus, Angela se junta con Magali, Luis Angel va con Dyllan y Alejandro y Jessica se quedan de brazos cruzados.

Alejandro voltea a ver a Jessica. —Fue tu idea.

Jessica roda los ojos y ríe. —Bueno si, voy sola, no necesito a ninguno de ustedes. —Dice de broma.

—Entonces, a buscar se a dicho. —Alejandro escoje su puerta y se dirige hacia ella.

Defensores: El Secreto Del LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora