Storm

Capitulo diez

๑๑๑

Sus labios casi rozan los míos cuando en mi mente retumba la voz de Deuce

"Él no es quién tú crees" "Te han estado mintiendo"

Alejo mi rostro de el suyo y me suelto de su agarre. Ranger me mira con una cara de confusión.

—Tengo frío— musito antes de salirme de el agua.

Miro por el rabillo de mi ojo como Ranger copia mi acción.

—Entremos a la cabaña— me agarra la mano y me dirige hacia adentro.

Por instinto me suelto de su agarre y apuro mi paso para quedar más adelante que él. Ranger saca un juego de llaves de su bolsillo e introduce una en la cerradura.

—El baño está en el fondo del pasillo, a la derecha. Te traeré ropa seca— asiento sin rechistar y me dirijo hacia el baño.

En el pasillo me encuentro con varías fotos en un estante y me detengo a observar. Me llama la atención una en la que se encuentran tres hombres. Identifico a un pequeño Ranger con una sonrisa genuina. En el medio se encuentra un hombre de unos cuarenta y tantos, su cabello es del mismo color de él de Ranger y deduzco por intuición que es su padre. Al otro extremo se encuentra un chico que parece unos años mayor que Ranger, supuse que es su hermano.

Proseguí hacia el baño. Me desvestí deshaciéndome de la ropa mojada. Abrí la ducha sintiendo las gotas deslizarse por mi espalda.

Aún me tiene confusa las cosas que me dijo Deuce. Si es cierto que pienso que Ranger tiene otras intenciones hacia mi. Y no suelo confiar en las personas tan rápido. Pero no se porque siento que es como si ya conociera a Ranger. Algo me dice que confíe en él. Y me asusta lo nerviosa que puedo llegar a ponerme cuándo estoy junto a él.

Meneo mi cabeza restándole importancia a mis pensamientos y procedo a secarme el cabello con una toalla. Mientras froto la toalla contra mi cuerpo, me percato de que no tengo más que ropa mojada aquí. Y por ende, tendré que salir en toalla a buscar ropa seca.

Me acomodo la toalla lo más que puedo, asegurándome que no se me vea nada más de lo debido. Con nerviosismo en mi cuerpo y vergüenza ya adelantada. Abro la puerta y me dirijo hacia la sala de estar.

Ranger está de espaldas avivando el fuego en una chimenea por lo que puedo notar. Sus músculos se contraen en cada movimiento y estoy embobada apreciando aquel espectáculo. Este se voltea dándose cuenta de mi presencia y por instinto sujeto más fuerte la toalla contra mi cuerpo y acomodo mi postura. Los ojos de Ranger me escanean desde los pies hasta la cabeza. Y puedo notar como en un movimiento casi invisible se alza la comisura derecha de su boca. Relamo mis labios y escondo un mechón rebelde de mi cabello detrás de mi oreja.

—Y-yo necesito la ropa que me dijiste— digo en un balbuceo.

—Ah, si— se endereza y se dirige hacia mi con unas prendas en la mano—. Aquí tienes— me entrega la ropa y direcciona su mirada hacia mi escote.

—Ey— enarco una ceja—. Mis ojos están aquí arriba, estúpido— él ríe y rueda los ojos.

Giro en mis talones para ir al baño y cambiarme. Al llegar desdoblo las prendas y me encuentro con una camisa demasiado grande para mi y un bermuda extremadamente largo.

Al ponerme la ropa me miro en el espejo y río para mi misma al ver mi reflejo. Doblo el bermuda a medida de que quede como un short. Peino mi cabello con los dedos y salgo de ahí.

Al llegar a la sala de estar. Ranger se encuentra sentado en el suelo justo al frente de el fuego. Palmea el sitio a su lado en seña de que me siente con él y yo asiento.

Me permito disfrutar la sensación del calor rozando mi cuerpo y me envuelvo en un abrazo instintivamente.

—¿Sabías que todo el show que monto Noah era una apuesta?— lo miro con confusión—. Cliché ¿Cierto?

—No entiendo...

—Unos chicos del instituto apostaron con Noah sobre ti— vio mi mirada de confusión—. Me explico, le dijeron a Noah que si lograba acostarse contigo en una semana le iban a dar una cantidad alta de dinero— al escuchar sus palabras entiendo todas las acciones y gestos de Noah. Río fuertemente al notar que el pensó que yo podría acostarme con él.

—Y yo que pensé que era yo la que estaba jugando con él— digo entre risas.

—¿Ah?¿Tú jugando con él?

—No lo entenderías.

—Intenta hacerme entender.

—Realmente no quisieras saber— bufa.

—Eres un acertijo Hazelnut. Uno jodidamente complicado.

—Esa es la idea ¿no?

Me sobresalto al escuchar una melodía que se me hace conocida sonando desde algún lugar de la estancia. Ranger y yo compartimos una mirada de confusión y nos encaminamos hacia la entrada. Al llegar noto como el sonido proviene de mi bolso el cual está sobre un estante.

Tomo el bolso sacando el teléfono y leyendo en la pantalla:

"Medicamento"

Abro los ojos con sorpresa y mi corazón se acelera. Direcciono mi mirada hacia el reloj del teléfono y diviso que son las 12:05 pm.

—¡Maldición!

—¿Todo bien?— la voz de Ranger suena lejana.

Instantáneamente guardó mi teléfono en el bolso y me dirijo hacia la puerta.

—Necesito que me lleves a mi casa ahora— demando con la voz acelerada.

—¿Pero qué pasó?

—¡Ranger necesito ir a mi casa ya!— grito desesperada por lo que él coge las llaves y camina detrás de mi.

Inmediatamente me subo al auto y le hago señas a Ranger para que arranque.

—¿Me podrías decir qué pasa?

—¡Solo conduce lo más rápido que puedas!

—¿Pero que mierda te pasa?— suspiro fuertemente y me doy cuenta de que hasta que no le diga, no se va a dar cuenta de lo grave que es la situación.

—Necesito tomarme un medicamento, me lo tenía que tomar obligatoriamente y sin falta a las doce y ya son las doce con quince. Es muy importante que me tome esas pastillas. Y por si no fuera ya suficiente. Mi mamá me debe de estar esperando con el peor de los castigos— Ranger me mira confundido, pero luego su expresión se cambia a una de preocupación, como si se hubiera dado cuenta de algo.

—¿Ya entiendes la gravedad de la situación?

—¿Para qué necesitas ese medicamento?

—Los tomo desde pequeña y cuando no lo hago empiezo a sufrir efectos secundarios que no necesitas saber.