Storm

Capítulo veintidos

—Te extrañe tanto

Al reconocer la voz una ola de alivio me invadió.

Me volteé con emoción y me lancé hacia los brazos de Seth.

—¡Y yo a ti!— chillé.

—Estás hermosa— dijo con un tono de adulación.

—Faith me lo dio— quise señalar a donde creía que se encontraba, pero ya no estaba allí.

Seth frunció su ceño.

—Sé que conozco a esa chica de algún lado. —hizo una pausa al compás que se colocaba la mano en el mentón.— Me parece demasiado familiar.

Me pareció aún más extraño que al principio a mi también se me hiciera bastante conocida.

—A mi también me resultó bastante familiar cuando la conocí, seguro la hemos visto en algún lugar— dije encogiéndome de hombros.

—¿Ya me puedes decir quién es ese que me está mirando de una forma nada agradable?.—dice Seth señalando.

Dirijo mi mirada hacia donde Seth me indica y me encuentro con Ranger, efectivamente viendo a Seth con desprecio.

Ranger llevaba una camisa de mangas largas color negro, la cual estaba desabotonada dejando ver una gran parte de su pecho. Usaba unos pantalones ajustados también de color negro.

De su cuello colgaba una cadena que nunca había notado, estaba hecha de cuero negro, y de ella pendía un dije de plata, el cuál no pude identificar por la lejanía que nos separaba.

Había olvidado por unos momentos que Ranger estaba en el mismo lugar que yo.

Aún tenía que preguntarle como es que conocía a André.

—Es un amigo— dije con indiferencia.

—¿Un amigo? o ¿Un amigo?— lo último lo dijo con cierto tono de coqueteo.

—Es complicado.

—¡¿Complicado?!—. dijo con angustia—Te gusta!— chilló

—¡No me gusta!— mentí.

—Claro— dijo sarcásticamente —Le puedes decir a tu novio que somos como hermanos y que no tiene porque mirarme así.

Rodé los ojos como respuesta.

—El que le debería preocupar es André.

Fruncí el ceño en confusión.

—¿André?

—Al parecer terminó con Nicky hace mes y medio.—hizo una pausa— Hoy cuando estábamos en la habitación me dijo que estaba interesado en ti.

Nicky era una chica cualquiera, era linda y bastante simpática, pero me empezó a caer mal desde que comenzó a salir con André semanas antes de que me fuera.

—¿Ah?

Por un momento pensé que Seth estaba jugando conmigo.

—Le gustas Hazel

—¿Yo?

—No, tu mamá.

Le di una mirada de pocos amigos.

¡Pero que ironía!

Estuve enamorada de André por al menos seis meses. Ahora que estoy convencida de que lo supere, ¿el alega que le gusto?.

Suelto una carcajada sin humor.

—Hablando de reyes— susurra Seth.

A escasos metros de mi, se encuentra André caminando hacia nuestra dirección.