Ranger—¿Seguro qué entendiste el teorema?
—Si Devorah.
Ya han pasado dos horas desde que la pelirroja llegó a mi casa para explicarme cosas que de por si, ya entiendo perfectamente.
A pesar de que me considero poseedor de un coeficiente intelectual lo suficientemente alto, no me apetece demostrárselo a nadie. Por lo tanto, no me llama la atención sacar buenas notas en las pruebas.
—Entonces me retiro.
—Te acompaño.—digo tratando de sonar amable.
La pelirroja suelta una risa coqueta. Y ruedo los ojos por instinto. Al salir de la recamara mis ojos se abren ligeramente.
¿Qué demonios hace ella aquí?
Detengo mi paso y una extraña sensación de nervios se implanta en mi estómago. Sus ojos me están perforando. Una pizca de dolor cruza su mirada y frunzo mi ceño en confusión.
Pero un click resuena en mi cabeza.
Ella cree que tienes algo con la pelirroja. Me dice la conciencia.
No es mucho el tiempo en el que Hazel se queda estática mirándome. Pude notar como sus mejillas se tornaron color carmesí y este se extendió hasta su cuello.
Antes de que se fuera corriendo cuesta abajo por las escaleras, la decepción se hizo más que presente en su mirada. Momentos después creo haber recobrado el sentido y correr hacia su dirección. A mitad de camino un jalón en mi brazo me hace detenerme.
—No lo arruines por favor.—Faith me da una mirada de reproche.
Me suelto de su agarre y apuro mi paso para poder alcanzar a la chica. La conciencia me grita que me detenga, que esto no es sano y que le voy a hacer daño. Pero hago caso omiso.
Al salir de mi casa, la lluvia me azota de forma repentina y gruño en protesta. Puedo ver aquella cabellera color canela desaparecer casi a tres cuadras de donde me encuentro.
Eres rápida Hazelnut.
Minutos después me encuentro a escasos metros de ella.
—¡Hazel! ¡Espera!
Ésta se detiene por un segundo justo al frente de la puerta de su casa.
Veo como abre la puerta de forma tonta y corro lo más rápido que puedo para impedir la cierre.Por suerte, logro llegar antes y empujo con la suficiente fuerza para detener el impacto y luego de unos momentos, la fuerza del otro lado cede.
—¿Qué haces aquí?.—Hazel espeta con una frialdad que me da extraños escalofríos.
—Necesitaba explicar...—intento decir pero ella me interrumpe bruscamente.
—No necesito que me expliques nada.
Ella tiene razón. Me grita la conciencia.
—No es lo que crees.
—Yo no creo nada.— dice con un tono altanero.
—¡Maldición!—gruño con desesperación.
No logro entender que es lo que estoy haciendo aquí. Tratando de dar una explicación que no debería a alguien que no me debería importar. Me debato mentalmente si contarle lo que la pelirroja hacía en mi casa, o simplemente alejarme de ella como debería.
—Devorah es,—suspiro con pesadez—. Devorah es mi tutora,— digo finalmente.
—¿Tutora?—dice ella con indignación.
Le explico brevemente el por qué.
—Pero tú me mentiste, dijiste que trabajarías hoy.—suena como un puchero.
—No quería que pensaras que soy un tonto.
¡¿Y desde cuándo te importa lo que ella piense?!. Me grita la conciencia.
Hazel me reprocha argumentando qué no le debería haber mentido y la vergüenza me empieza a carcomer.
Un silencio relativamente incómodo se instala entre los dos. No se cuándo, pero al parecer me acerqué lo suficiente a ella como para sentir su respiración. Puedo notar perfectamente cuando baja sus ojos por una mínima cifra de segundo hacia mi boca.
Y entonces lame su labio.
Y en ese momento me invadió el recuerdo de la sensación de sus labios sobre los míos. Lo bien que se sentía su cuerpo contra el mío. Y sin pensarlo dos veces, impacto mi boca contra la suya.
Por un momento pensé que no me iba a corresponder el beso, pero el pensamiento desapareció en el instante que colocó sus manos entre mi cabello. Era un beso desenfrenado, apasionado. Poso mis manos en su cintura y camino hacia adelante hasta que ella choca contra una pared. Y entonces recuerdo el daño que le voy a causar si sigo haciendo esto.
Reúno todo el auto-control que tengo y me separo de ella.
—¡Maldición Hazel!¡No puedo!—alzo la voz frustrado—No va a terminar bien....
Digo recordándome a mi mismo que la voy a lastimar si sigo dejando que las sensaciones me venzan. Y entonces cuando menos me lo espero. Ella se lanza sobre mi. Me empuja hasta llegar a el sofá y cae con sus piernas alrededor de las mías.
Tanto nuestros labios como nuestras lenguas gritan deseo. Coloco mis manos en su cintura y la jalo hacia mi. Mi auto-control empezó a derrumbarse cuando empezó a moverse sobre mi entrepierna.
Pero entonces se separa.
Respiraciones calientes y aceleradas.
Y una vez más, recobro el sentido.
Las palabras de Deuce resuenan en mi cabeza.
"No te involucres más de lo necesario con ella. Puede llegar a atraparte de una forma inimaginable. Y cuando menos lo esperes, te vas a encontrar en el ojo de la tormenta, y de ahí mi amigo, no hay ni la mínima posibilidad de salir ileso"
Aparto a Hazel de mi regazo y me pongo de pie de forma brusca.
—Yo no puedo Hazel,—digo fingiendo toda la frialdad que puedo—.No debo, no quiero herirte.
—Ranger...
—No,—camino hacia la puerta y reúno todo el valor que tengo—. Lo siento, adiós Hazelnut.— y salgo de su casa.
Mientras camino me pregunto cuando me volví tan vulnerable hacia ella.
¿Qué es lo que ella tiene que me debilita tanto?
Solo es interés. Solo te llama la atención. Solo son ganas.
Trato de convencerme a mi mismo.
Y la razón por que te importa herirla y hacerle daño es porque Alfred se va a molestar si ello llega a pasar.
Por supuesto, por eso es.
Tengo que tenerla lo suficientemente cerca como para llevar a cabo el plan. Pero lo suficientemente lejos para no lograr acostarme con ella y querer alejarme como con todas las demás.
Eso es todo, sólo quiero acostarme con ella.
Nada más.
Eso espero.
———————
Quiero agradecer por enésima vez todo su apoyo. Aunque sean 10 o 15 personas las que estén leyendo, son incondicionales para mi y los amo más que al jugo de fresa!!
Muchisisisisisimos besos, Val.
![](https://img.wattpad.com/cover/205497186-288-k16194.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Storm
RomanceNo creas en todo lo que ves, recuerda que la sal también parece azúcar. Tampoco comas todo lo que luzca bien, así es como te envenenas. Hazel Storm y Ranger Thompson. Chica buena e ingenua. Chico problemático. ¿Típico cliché no? Pero Hazel no es...