Ritual

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La luna llena de esa noche parecía más grande de lo que habitualmente solía hacer, iluminando el bosque de una forma tan espectral y tan poco natural que contarlo sonaría un invento bastante tonto. Pero estaba ahí, siendo testigo de esa noche sobrenatural la cual estaba recibiendo su presencia con los brazos abiertos. Tenía miedo, pero ya no podía hacer nada más que acurrucarse ahí.

Sus pies blancos y delicados pisaban el pasto humedecido lastimando sus palmas de forma ocasional por alguna ramita o piedra que estaba esparcida. Ella no se inmutó en ningún momento y siguió sus pasos entre los árboles hasta llegar a su destino, a un destino el cual cabe destacar, no estaba segura que era exactamente cual era.

Una gran fogata se cernía en medio de pequeño espacio despejado alrededor de fuego danzando desnudas varias mujeres con una pasión desmedida, que parecían totalmente poseídas. Ella, efectivamente, estaban totalmente poseídas. No tardó mucho en reconocerla a todas; en los últimos seis meses todas esa mujeres han sido reportadas como desaparecidas y hasta la fecha la policía no había tenido ninguna pista para dar con su paradero.

Bueno, ahora ella había resuelto el misterio, sin embargo, el miedo se apoderó de su cuerpo conforme sus pasos le hacían acercar al fuego. Algo dentro de ella le hacía pensar que no tardaría mucho en unirse a ellas.

—Hinata Hyuuga —Una voz grave y masculina se escucha a sus espaldas y ella siente un escalofrío que le recorre la espina dorsal—. Te he estado esperando.

Ella se da la vuelta para ver al hombre que estaba detrás de ella; era alto y aunque su cuerpo era cubierto por una túnica negra, no era difícil imaginar que tenía un buen físico. Su cabello era negro, largo y caía con gracia por su espalda, esto hacía contraste con su pálida piel. Sus ojos rojos se encontraron con los suyos y en un instante ella se perdió en ellos.

—¿Por qué me has esperado? —pregunto acercándose al hombre sin pensarlo un momento. Ella no puede esperar a pensar.

—No he logrado olvidarte. —Una de sus manos se posó en sus mejillas. Era frío como el hielo, no obstante, se recargo en ella—. Y no podía dejarte ahora que te encontré.

—Creo que yo tampoco —apenas murmura aquellas palabras, como si entendiera de lo que estaba hablando, como si conociera aquel hombre tanto tiempo y estaba feliz con su encuentro, No importaba, menos cuando aquel hombre se inclinó para posar sus labios contra los suyos.

El beso es lento y apasionado y ella envuelve sus brazos en el cuello de aquel hombre que no recuerda, pero que siente que ha esperado toda su vida. Y esa espera había valido cada segundo. Cuando finalmente se separaron,

—Ven conmigo —el hombre dijo, tomando una de sus manos con delicadeza para llevarla al fuego, donde las mujeres seguían con su infernal danza.

Ella siguió sus pasos con seguridad, sintiendo como el calor envolvía su cuerpo conforme se acercaba aquel aquelarre que era en su honor. Una renacimiento que se basaba en la muerte; Ella no podía esperar.

...

Un terrible hallazgo fue encontrado a las afueras de Konohagakure donde, en medio de bosque fueron encontrados los restos descuartizados de posiblemente 5 mujeres que hacía unos mesas fueron reportadas como desaparecidas en la ciudad. La policía ha sellado la zona, pero los mantendremos en las novedades de caso.

Hinata escuchó aquellas noticias con una calma que rozaban la frialdad mientras seguía acostada en la cama abrazada de forma protectora por el hombre que había cometido aquellos crímenes horribles, Sentía que debería sentirse horrorizada, indignada, pero todo eso había valido la pena. Si estaba a su lado, todo valió la pena.

GoretoberWhere stories live. Discover now