La tormenta que azotaba el interior parecía terrible y empeoraba cuando pasaba el tiempo y Flippy no puede evitar temblar de miedo en su habitación cuando escucha cómo la naturaleza no parece tener piedad alguna sobre nada y nadie, que por momentos parecía que podría arrasar todo de raíz. Sabe que esto es una exageración, estaba demasiado consciente de eso, pero él seguía pensando que eso era una posibilidad demasiado remotal. Después de todo no sería la primera vez que tendría que presenciar una destrucción masiva.
"Y tampoco será la última, lo juro"
La habitación parece bajado de temperatura drásticamente y fue en esos momentos cuando más se lamentaba de la ausencia de luz eléctrica. Así podría un chocolate caliente, se acomodará en su cama para ver televisión hasta que la fatiga lo hiciera desfallecer y lograr dormir sin sueños. No estar en un rincón de la habitación escuchando su voz de nuevo. Pero la luz se había ido hacía ya un par de horas y descartó que el problema se arreglará rápidamente. Claro, podía buscar velas, incluso una linterna, pero tenía miedo de salir, además, eso no era suficiente. Nunca era suficiente.
"Nunca será suficiente para tí ¿Verdad?"
Bueno, tal vez sólo podía acurrucarse en su ca,a en total silencio, acurrucarse en sus cálidos edredones y la poca calma que su codiciosa alma podría ofrecer para dormir. Después de todo había anochecido, no había nada que hacer.
"Te equivocas. Podemos hacer muchas cosas si dejarás de ser un cobarde"
—No —dice claro y por primera vez aquella voz que ronda su cabeza.
¿Por qué no? Podríamos pasarlo demasiado bien.
—No, no podemos hacerlo. Sólo déjame en paz —su voz se quiebra como el cristal y su garganta siente aquella frase algo literalmente.
Ya había pasado meses desde aquel ser consideraba monstruoso se había instalado en su cabeza y desde ese momento parecía que no podía dejarle en paz. Siempre le decía cosas horribles, asi como cuando le sugería cosas igual de malos. Incluso había ocurrido al psiquiatra que sólo le había estado sedando más que acallarlo.
"Tal vez él si veía la realidad,. Dices que soy un monstruo, dices que soy terrible pero no te has dado cuenta que él único monstruo era tú. Yo solo te hago compañía"
—¡Mientes! ¡Tú me haces daño a mi!
¿Oh si? Entonces ¿Por qué soy tan similar a tí?
El ex militar se quedó congelado por esa pregunta. Él tenía razón ese monstruo era casi idéntico a él con la diferencia que no estaba loco y no tenía una sed insaciable de sangre. Él no era un psicópata.
"Claro que no eres un psicópata, pero ciertamente tampoco estás cuerdo, querido"
—Por favor, déjame solo esta noche, Quiero estar solo —gimió desalentado yendo directo a la cama e, igual que los niño en una noche de tormenta, espero que el monstruo desapareciera una vez encontrando en sus sabana protectores —Tengo miedo.
"Bien, espero que disfrutes el pequeño presente en la mañana"
Flippy se abstuvo a preguntar y sólo se acurrucó en sí mismo y su miseria, logrando dormir. Para su desgracia, ni siquiera dormido pudo estar tranquilo pues la sangre, la carne y los huesos parecían reinar el lugar, como lo fue en el pasado. Como lo es su presente que con tanto esfuerzo trataba de negar.
Sólo fue cuestión de horas para que la tormenta desapareciera, dejando a su paso un camino lleno de caos e incertidumbre; pero nada de eso era algo que no pudiera manejar Flippy cuando logró despertar bañado en su propio sudor. Lo que si no logró manejar fueron los cadáveres despedazados que se encontraban esparcidos en su departamento, asesinados brutalmente antes de que la tormenta siquiera llegará y que sólo le mostraba que él era siempre un monstruo.
Fin.
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Goretober
Horror31 relatos llenos de sangre y un poco más que trama de diferentes fandoms