Colegio

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Michael Myers nunca le hablaba a Jason y tenía dos razones muy válidas para hacerlo. El primero era que Jason era un maldito bicho raro. Con ese figura alta e intimidante que contrastaba a la perfección con esa personalidad mansa y tranquila lo llevó a ser considerado a ser un raro y un blanco de burla de los demás. Ni siquiera nadia había visto su cara, pues todo el tiempo parecía que portaba una estúpida máscara de hockey - habían rumores que estaba desfigurado, pero no les creía nada- El segundo punto era porque él también era un bicho raro. Y los bichos raros nunca se juntaban.

O eso era al menos tu percepción que tenía sobre eso, demasiado deprimente para un niño, pero realista. Se había acostumbrado a la soledad mientras era alimentado por el odio y la indiferencia de sus propios compañeros que se ensañaron con él con si fueran el epítome de la bondad. Era demasiado miserable e inestable como para compartirlo como alguien que posiblemente era igual que él.

Hasta que pasó ese día.

Era un dia tan típico como los demás, demasiado aburrido y tedioso como para que algo llegara a sorprenderte de una manera genuina, por ejemplo, aquellos chicos que lo tenían acorralado en el baño. Eran cuatro; dos se había puesto en la puerta para asegurar en frustrar cualquiera escape mientras otros dos le sujetaban por ambos hombros arrastrando a la fuerzas a uno de los excusados tan precarios como cualquier baño de escuela pública.

El asfixiante olor a desechos humanos hizo que su estómago se resolviera y las cosas solo empeoraron cuando imagina lo que esos dos cobardes tenían pensado hacerles. Eso era demasiado bajo.

Cerró los ojos, esperando ser sumergió en el agua y la orina del retrete, pero nunca llegó. En su lugar y como un pequeño gesto de decencia de tapar el inodoro para sentarlo de una forma brusca. Michael no emitió queja alguna, tampoco tenía miedo. Sólo estaba enojado y quería irse.

—¿Qué mierda quieren? —preguntó cansado a lo que los chicos sólo rieron como si hubiera escuchado un chiste demasiado gracioso ¿Eran retrasados?

—Oh Michael, tan grosero como siempre ¿Con esa boca besas a tu mamá? —preguntó con burla uno de los chicos y él trata de levantarse para golpearlo. Fue retenido de inmediato.

—No creo que su mamá igual tenga una boca limpia con tantas pollas que se mete.

El enojo se convirtió en rabia en cuestión de segundos; bien, podía meterse con él, pero jamás con su madre. Ellas eran unos pedazos de mierda y no tenía ningún derecho de hablar de ella.

El enojo pronto se convirtió en rabia en cuestión de segundos; bien, podían meterse con él, pero jamás con su madre, Ellos eran unos pedazos de mierda y no tenían ningún derecho de hablar de ella.

Logró noquear a uno, dándole un puñetazo en la cara, haciendo que la sangre saliera de su nariz, pero después darle un codazo en el estómago al otro, sacándole el aire. Con esos dos idiotas fuera de combate salió corriendo a la entrada a la entrada, intentado salir. No logró pasar de la puerta cuando un fuerte golpe por parte de uno de los chicos se impactó en su cabeza, haciendo que cayera al suelo.

—¡Eres un maldito enfermo! —gritó aquel matón tirando la tapa del tanque del inodoro—. Creo que necesitas que alguien te dé una lección de tratar a los demás con respecto.

Michael no logro escuchar nada de lo que le decían, la cabeza le dolía como el infierno y sentía algo húmedo y cálido en la base de la nuca. A pesar de eso, una leve sensación de pánico le invadió cuando sentía que lo ponían boca arriba para separarle las piernas.

—Aunque para ser un infierno, también eres muy lindo —escuchó el "elogio" con eso—. Igual que mami ¿verdad? Tal vez seas igual de puta que ella.

El quiso evitarlo quería que se detuviera, quería sus manos dejaron de tocarlo, Quería golpearlos. Quería matarlos y sentir su sangre en sus manos. Pero no podía, el golpe que había recibido en la cabeza era más serio de lo que había considerado y los tenía muy confundidos para hacer algo al respecto más que quedarse en el sucio suelo, siendo usado por esos idiotas. El dolor se sentía apenas palpable y sólo espero que alguien le ayudara, quien fuera estaba bien.

Nunca esperó que fuera Jason quien entrará al baño mientras los chicos seguían ultrajando su cuerpo, demasiado distraídos como para prestarles atención hasta que estuvo cerca.

—Hey, fenómeno lárgate de... —Uno de los chicos que habían dejado de abusar de él se acercó al chico enmascarado y antes de que siguiera su amenaza, el aludido lo tomó del rostro. Romper su cuello fue tan fácil como romper una ramita.

Jason dejó el cadáver con una indiferencia mortal que congeló a todos casi se cagan de miedo. Todos menos Michael que en su rostro angelical habían aparecido una pequeña sonrisa. Y entonces comenzaron a gritar.

Siendo sinceros, el primer chico en morir, tuvo suerte de tener una muerte tan rápida, pues los demás no habían corrido con la misma suerte. Michael se tomó su tiempo para recuperar algo de compostura y dignidad viendo como Jason masacraba a sus abusadores con la violencia digna de un animal salvaje.

Casi se sentía como un tonto enamorado de ver como manchaba todo el lugar con sangre. Claro, si él pudiera enamorarse al menos. Se enderezó rápido cuando Jason dejó de pisotear la cabeza del último chico dejando a este como una masa de sangre, sesos y huesos.

—Gracias —pronunció antes de escuchar cómo llegaron varias personas a presenciar con horror que se había presentado en el lugar.

Michael sabía que estaba en serio problemas, graves y profundos, pero eso poco le importo. Lo único que sabía era que la encantaba ese chico raro y tal vez, muy tal vez unirse a él. Eso sí le sorprendería.


Fin.


Nada de esto tiene sentido, pero los slashers tampoco lo tienen :3 no me molestesn, ando sensible por el Joker (¿?) 

GoretoberWhere stories live. Discover now