Las malas ideas siempre vienen en los días aburridos, cuando tu mente divaga en sí misma y harta de la pereza máquina que. por lo general, apestan. Y eso era algo que Bill Cipher podía asegurar con todo el corazón mientras estaba solo en casa una tarde lluviosa de noviembre en un aburrido día.
El rubio de apenas 23 años mira de forma distraída como las gotas de la lluvia golpeaban contra la gran ventana de la sala, muriendo en el acto y cayendo junto con las demás por el cristal, dividiendo en pequeños fragmentos pensando que podía hacer en un día como esos; húmedo, gris y triste. Las opciones eran variadas y chocaban las unas con las otras, formando un caos interior que pronto le causó una migraña. Y él odiaba la migrañas.
Se alejó de la ventana adolorido y cansado hacia la pequeña cocina con la que contaba. Dicho lugar era un desastre; desde el día en que Dipper lo abandonó, los trastes sucios y los restos de comida que se podrían con el pasar de los días reinaban el lugar. A él no le importó aquel desastre y camino a través de estos hasta llegar a los gabinetes.
Las aspirinas se habían acabado hacía una semana y los antipsicóticos hace un mes cuando dejó de asistir con el psiquiatra, por lo que buscaba alguna manera de ahuyentar el dolor sería en vano -por así decirlo-.
Oh no, él buscaría una mejor alternativa que le ayudara mejor que cualquier medicamento. Su rostro apático poco a poco fue desvaneciendo para convertirse en una sonrisa cuando encontró un afilado cuchillo en el fondo de los estantes.
....
Su dedo se desprendió con más dificultad de lo que creía y el dolor era tan intenso que sus lágrimas cubrieron sus ojos, nublando su vista. Y eso se había sentido tan bien, mucho mejor que los cortes habituales que se repartía en los brazos o en el interior de los muslos cuando se encontraba triste o deprimido.
Aún con la pérdida de sangre y el dolor siguió con otro dedo, mirando con fascinación enfermiza como le filoso metal cortaba la piel, carne y separaba los huesos. Ver como su cuerpo se rompía en fragmentos y manchaba todo a su alrededor de sangre era magnífico.
Entonces ¿Por qué limitarse a eso? Los dedos no estaban mal, sin embargo ¿Por qué no ir a algo más grande? ¿Por qué no mejor una mano entera o un pie? Tenía una sierra escondida en una armario y simplemente podía cogerla y seguir con eso... Porque era un día aburrido y las malas ideas las acompañaban, incluso si parecían buenas como mutilarse hasta morir.

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Goretober
Horor31 relatos llenos de sangre y un poco más que trama de diferentes fandoms