Uso de drogas

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Muchos aseguran que el amor lo puede soportar todo, pero yo lo estoy dudando. No estoy diciendo que no lo haya amado, al contrario, ningún día que haya pasado lo he dejado de amar, no por nada me había casado con él hace 5 años pensando que lo nuestro sería la historia de amor más memorable de la historia. No obstante, siento que él ya no me ama tanto como antes.

No lo culpo, el matrimonio exige trabajo duro y responsabilidades y creo que he estado mal en ese aspecto. Él trata de corregirme, señalando cada uno de mis errores, mostrandome el camino correcto para ser una buena esposa y eso está bien, pero no puedo hacerlo bien. No entiendo mis errores, pero siempre parece molesto conmigo, decepcionado. Lo expresa muchas veces: que lo he descuidado, que soy una inútil, que ya no le parezco tan atractiva a como cuando eramos novios.

Ni siquiera cuando nació nuestro hijo parecía complacido a pesar de que muchas veces me decía lo mucho que deseaba una familia. Oh, claro que quiere a nuestro hijo, eso lo se muy bien, pero siento que le parece molesto que yo sea su madre a pesar de todo.

Tal vez no me ame tanto como antes, pero creo que me puedo esmerar. No es malo conmigo, no me lastima ni es horrible como muchos otros maridos, además es mi culpa. Pero puedo mejorar. Uno siempre puede ser mejor ¿no?

Me esmere, incluso comencé a tomar unas pastillas que había escuchado ayudaban a bajar de peso con facilidad - una esposa no puede verse como una vaca. logró recordar sus palabras como agujas encajadas en mi corazón herido-. Eran efectivas y me gustaban, demasiado. Incluso pude recordar lo que era ser feliz de nuevo.

Tal vez, solo tal vez estaba yendo en una buena dirección. Una actitud positiva siempre cambiaban las cosas y aquellas pastillas tan coloridas como dulces me ayudaban a serlo. Sería una buena mujer para él. Entonces él sería un buen esposo para mi, y me amaría de nuevo.

...

Esta noche es nuestro aniversario. No lo he visto en todo el día, pero en la mañana hemos peleado y la discusión se nos ha escapado un poco de las manos. Está enojado conmigo y sé que es mi culpa, aunque no estoy muy segura en que tengo la culpa....

Como sea, se que llegará a la casa, no importa como sean las peleas, él siempre llega a casa, a su hogar y se que tengo que recibirlo con los brazos abiertos, con una bonita sonrisa en la boca, como toda una buena esposa.

Tome mas pastillas de colores para soportar el dolor que atormenta mi alma y ahora todo parece demasiado brillante. Ahora preparaba una gran cena especial para él, después de acostar a su pequeño niño para que él no se moleste con su presencia. Él ya no estaría enojado con ella y se daría cuenta de amor que le profesaba. Sencillo, tan sencillo como su cerebro adormecido por los químicos. Su cerebro tan sintonizado con el amor.

Hoy sería una noche especial, eso sería seguro.

...

Él llegó cerca de las 2 de la mañana, mareado y un hedor que mezclaba lo más bajo de un bar barato. No podía estar más satisfecho que pasar su fiesta de aniversario sin su esposa. Aquella que había dejado de amor y ahora más que nada estaba seguro de pedirle el divorcio. Ya no soportaba seguir con esa farsa y quería acabar con ese teatro, ni siquiera sus lágrimas le conmueven. Incluso estaba dispuesto a sacrificar el tiempo con su hijo, podía verlo cada fin de semana. Al menos estarían bien.

Casi bufo molesto cuando se dio cuenta que lo estaba esperando. No, eso era oportuno, podía decirlo con el valor que sólo el alcohol le puede brindar. Ponerle fin a todo. Ese pensamiento iluminó su mente y con paso seguro paso al comedor donde le esperaba su inocente y atolondrada esposa. Su futura ex-esposa.

—Oh querido, has venido. —La voz de la mujer es demasiado melosa que la sangre que decora su delicado rostro hace que sea más aterradora—. Feliz aniversario.

Si alguna vez estuvo alcoholizado ahora no lo siente. Su esposa está a escasos metros alejado de él, con una gran sonrisa y la mirada perdida, mientras la sangre la cubre por completo. Pero eso no es lo único que lo perturba.

Lo único que le llena de horror es lo que se encuentra en medio de ellos, arriba de la mesa, la cual se encuentra delicadamente decorada con las parte cocinadas de pequeñas partes humanas, de las cuales, no duda que sean de su hijo.

Tal vez el divorcio podía esperar, pensó mientras se acercaba a ella, ignorando el cuchillo que ella tenía escondido. El cuchillo que daría fin a su historia de amor.

PD: las relaciones abusivas no son bonitas, ámense ustedes mismos, valen mucho. 

GoretoberWhere stories live. Discover now