Preticor

Capitana América

—¿Castigando a los reclutas?

Bucky le sonrió a la mujer de su vida. Natasha Romanoff.

—Descansen soldados. —Autoritaria, camino entre los agentes y le devolvió la sonrisa al hombre en la puerta. La madurez le sentaba de maravilla—. Pensé que estabas con Steph.

El castaño tomó la cintura de la mujer de cabellos lacios y beso sus labios con todo el amor que le profesaba.

—Ya sabes cómo es. —Ambos agentes se miraban fijamente—. Dijo que nos alcanzaría más tarde.

Nat suspiró y negó suavemente. Rogers jamás cambiaría.

—Entonces tenemos tiempo para divertirnos. —Insinuó la pelirroja, mordiendo su labio seductoramente.

James le dio un beso casto y después se apartó.

—No hasta la boda. —Fingienso indignación, se separó de la mujer—. Quiero llegar puro y casto.

Romanoff comenzó a reír.

—Si tú lo dices. —Natasha paso a un lado de su prometido.

El tiempo había pasado, pero el amor que sentía por ese idiota era el mismo.

Bucky la siguió a la salida, y entre risas, salieron de la sala de entrenamiento.

Las gotas resbalaban por el vidrio de la ventana, el aire se sentía helado y el ambiente era melancólico.

Stephanie sonrió ante el característico aroma a tierra mojada. Le recordaba tanto a él.

—Capitana. —La voz de Nick Fury la saco de su burbuja. Aterrizó en la realidad.

—Director. —Firme, camino hasta el moreno.

Ninguno bajo la mirada. Ambos se observaban fijamente, pero sin ningún rastro de reto o superioridad.

—Se le dará la dirección a la que tendrá que acudir. —Empezó el moreno—. Stane movió sus cartas, es mejor intervenir ahora.

Rogers aspiro con fuerza. Ese sujeto era un terrorista.

—¿El sargento fue informado? —Preguntó la rubia teniendo la esperanza de que Bucky fuera su compañero en esta misión.

—Lamento informarle que no, está vez, será acompañada por la sobrina de la directora Carter. —Fury le entrego la carpeta donde estaba el perfil de la mujer. Agente 13, Sharon Carter.

—Ella...

—Es una nueva recluta. —Interrumpió el director—. Será una misión sencilla, así que es un buen comienzo.

Steph asintió.

Luego de que Nick saliera, Rogers se sobo el cuello.

Hace algunos años había entrado al ejército, había sido puesta a prueba y después una candidata para el proyecto renacimiento.

Abraham siempre lo supo; él se lo dijo. Ella era la indicada para recibir el suero.

Mejoró sus sentidos, su sistema, su complexión y su fuerza. Era una super soldado.

Erskine siempre la miraba con orgullo. Hasta que fue asesinado frente a sus ojos.

Negó con la cabeza ante el rumbo que estaban tomando sus pensamientos.

No podía deprimirse ahora.

—Sólo espero que todo salga bien. —Susurró para sí.

Miro de nuevo la ventana y la manera en que las gotas caían. Ni siquiera había tenido tiempo de buscar o saber algo de Tony.

Sonrió con tristeza. Tal vez, él ni siquiera la recordaba.