Cita

1.3K 182 2
                                    

Stephanie sentía que esa situación ya la había vivido, y sonrió por eso.

Hombres y mujeres la miraban por igual. Y aunque, ahora el vestido se asentaba perfectamente por las curvas que siempre escondía debajo del uniforme, se sentía insegura.

—¡Steph! —A lo lejos, un sonriente Tony alzó su mano y la saludo.

Rogers prácticamente corrió hacia él como si de una adolescente se tratará. Hoy era el día.

—Tony...

—¿Te hice esperar mucho? —La rubia negó suavemente con la cabeza. El volvió a sonreír —. Perfecto.

Dirigió su mano al bolsillo de la chaqueta y de ella, saco dos boletos, no de cine, sino de...

—El teatro. —Susurró Steph con emoción.

Amaba las obras de teatro.

Tomando su mano, ambos se dirigieron al lugar, recordando los viejos tiempos.

Rieron, sonrieron, se besaron, se abrazaron, disfrutaron.

Al salir del lugar, no podían ir a otro lado que no fuera un restaurante de comida italiana. Ambos contaban anécdotas de esos años en qué estuvieron separados, bromearon entre ellos, y uno que otro coqueteo se hizo presente.

Stephanie amaba verlo seguro y pícaro.

—¿Caminamos? —Ofreció la soldado, tomando su mano, como todo ese tiempo.

Anthony se dejó llevar. Siempre confiaría en Rogers.

Mientras caminaban, la luz del día los abandonó, para darle paso a la tarde y pronto a la noche.

—Todo a cambiado. —Steph miraba por todos lados—. Se ve más...

—¿Moderno? —Tony la tomó de la cintura, y siguieron su camino de ese modo.

Ninguno hablo por algunos minutos, disfrutando de la tranquilidad del lugar.

—Tony...

—¿Si?

La rubia paro el paso. Anthony le hizo segunda. Los dos se miraron fijamente a los ojos, esperando porque alguien se animará a hablar primero.

—... Estoy enamorada. —Confesó la chica.

El genio frunció el ceño ante lo dicho. Claro que estaba enamorada, él igual lo estaba...

Abrió los ojos con sorpresa, ¿Acaso no era de él?

—Tú...

—Y quiero confesarme correctamente. —Termino la soldado.

El castaño la soltó y carraspeo. Miró el suelo buscando la respuesta correcta.

—Bueno Steph... —Observo la decisión en sus ojos—, si eso es lo que quieres, yo te apoyo. —Puso una sonrisa forzada en su rostro.

Rogers negó divertida. Tony era más inseguro de lo que imagino.

De un momento a otro, estaba seguro que él era el dueño de su afecto, y después, dudaba. Cómo si él no fuera suficiente.

—Gracias Tony. —Steph se acercó al genio y tomó su mano— Anthony Edward Stark...

El genio la miró extrañado. Nadie lo había llamado por todo su nombre...

—¿Si?

—Te amo. —Los ojos azules se mostraban nervioso pero brillantes de emoción—. Te amo con todo mi ser.

Tony boqueo como si se tratara de un pez... Ella... Ella...

—¿Qué...?

—Tony... —Sus blancas manos cubrieron la masculina— ¿Quieres ser mi novio?

Anthony sintió un calor no normal en sus mejillas, orejas y cuello. Su cuerpo comenzó a temblar de manera imperceptible, y su voz se había ido.

¿Estaba nervioso? ¿Él?

Vio la sonrisa orgullosa de la rubia. Malvada.

—Eres cruel. —Fue lo único que salió de sus labios.

—Tal vez... —Rogers pasó sus brazos por su cuello y lo atrajo a ella en un abrazo íntimo—, quiero ser cruel, egoísta, y pensar que tú también me amas como yo a ti.

Con una sonrisa llena de ternura, el genio pasó sus manos por la cintura ajena y la estrecho en su cuerpo.

—Te amo tanto como tú a mí

Y sin más la beso.

Sintió la suavidad de sus labios, disfruto de su textura y forma. Eran exquisitos.

Stephanie no quería quedarse atrás. Saboreo la boca del genio, se tomó el tiempo de recorrerla y morderla en ciertas ocasiones. Escuchar la respiración alterada de Tony, era excitante.

—Steph...

—¿Si?

—Si quiero ser tu novio.

Ambos rieron con las frentes juntas.

Eso era lo que Rogers necesitaba para ser completamente feliz.

PreticorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora