Stark, extrañamente, sentía el placer desbordar por sus poros. Jamás había sido dominado por nadie, y sin embargo, ahora estaba cumpliendo todo lo que Stephanie le decía y ordenaba.
Le encantaba lo sería y ruda que su mujer podía ser.
—Ahh... Steph... —Sus vientre mostraba lo alterado que estaba. El aire no llegaba con éxito a sus pulmones, su cuerpo temblaba de la inminente excitación que sentía. Todo le daba vueltas.
La rubia se encontraba en medio de sus piernas, acariciando sus testículos, mientras succionaba la punta del pene. Dominante, inexperta y excitada.
—¿Está bien? —Beso la erección de su pareja y sonrió inocente.
Dios, iba a matarlo.
—Agh, si... Es... Maravilloso... —El castaño soportaba las ganas de tomar los cabellos claros de la mujer en sus piernas y tomar control sobre el ritmo.
Pero, Stephanie maravillosa como era, adivino sus intenciones y aumento la velocidad.
No trago todo el pene, ya que aún no sabía realmente como hacerlo, pero se encargó se chupar, besar y succionar el glande.
Tony dejo caer su cabeza en la almohada. Era una sensación exquisita.
Tenso los músculos cuando se sintió cerca del orgasmo. Rogers lo notó.
—Aun no. —Felinamente, se levantó para recorrer al genio, besando por todo el cuerpo, trazando un camino imaginario, hasta llegar a su barbilla y morder juguetona, sacándole un jadeo al hombre bajo suyo—. Tony...
El genio la beso, callando lo que diría. Sus labios se encontraban rojos e hinchados, incluso llegó a sentir cierto sabor en su boca pero eso no lo detuvo, más bien, lo hizo gemir bajo.
—Steph, eres tan... —La chica de ojos azules se posicionó encima de las caderas del hombre y comenzó a moverse sensualmente.
Anthony gruñó al sentir lo húmeda que su soldado estaba.
—Ahhh, Tony... —La chica sintió como la boca del genio se prendaba de sus pechos, chupandolos con vigor, con ahínco. Rogers jadeo al mismo tiempo que Tony jalaba sus cabellos, exponiendo sus senos y cuello.
Stark tragó con fuerza.
Esa mujer era suya.
—Steph... Quiero hacerte mia por completo. —Susurró muy pegado a su cuello, dejando besos húmedos y marcas rojas en la blanca piel.
La rubia no respondió, tomó posesión de la boca de su novio y mordió lo que estuviera a su alcance. Le encantaba morderlo.
Alzó las caderas y se posicionó, lista para ser penetrada.
Tony la miró extasiado, ella le sonrió dulcemente. Las paredes de Steph abrazaban el pene endurecido del castaño.
Se detuvieron un momento. Rogers necesitaba acostumbrarse.
—¿Estás bien? —Anthony beso los hombros de su chica, las clavículas, el cuello, la barbilla.
Los ojos azules estaban llenos de deseo, de lujuria y amor. Todo por Stark.
Con fuerza, el genio fue empujado a la cama.
—Juguemos, señor Stark.
La sonrisa de la mujer causó escalofríos placenteros en el millonario.
Comenzaron con suaves movimientos, lentos pero profundos, disfrutando del calor mutuo. Rogers besaba el rostro de su pareja, lo consentía, siendo ella la que llevaba el ritmo de las estocadas.
—Más... Steph, más... —Anthony mordió el labio rojo de su novia, jalando sensualmente de él.
La rubia empezó a moverse errática, violenta, salvaje. Stark la tomó de las caderas y contribuyó con el acto.
El sonido de sus pieles golpeando era acompañado por los gemidos, gruñidos, jadeos que soltaban por momentos.
—Mmmm Tony... —Steph se aferró al cuerpo del genio. Él lo hizo con ella.
Sus cuerpos se tensaron cuando el orgasmo los golpeó.
Las respiraciones se mantenían alteradas, sus cuerpo juntos y sudorosos.
—Stephanie. —El castaño beso la frente de la soldado—. Te amo.
—Yo también Tony... Te amo con mi alma.
Anthony sonrió.
—Eres una cursi. —Ambos rieron ante las palabras del hombre.
Rogers no dejó de abrazarse a Tony. Le encantaba lo tierno que podía ser.
Stark acariciaba los cabellos de la fémina encima de él, besaba su cabeza, aspiraba su aroma.
—Tony... —La chica lo miro con ojos ilusionados—. Vamos a casarnos.
El castaño abrió sus ojos con sorpresa. Después comenzó a reír.
—Steph, llevamos 3 horas de novios...
—Y más de 10 años enamorados del otro. —Argumentó Rogers—. Yo creo que es suficiente. —Al ver el gesto pensativo del genio, decidió seguir—. O es que... ¿No quieres?
El castaño beso su frente una vez más, estiró su brazo derecho hasta tomar su chaqueta y saco una cajita negra.
—Los compré hace mucho. —Tony le sonrió seductor—. Fantasie muchas veces con nuestra luna de miel.
Stephanie soltó un pequeña carcajada, mientras besaba efusivamente al millonario. Lo amaba tanto.
—Quiero tener dos hijos. —Insinuó al mismo tiempo que Anthony le ponía la sortija.
—¿Sólo dos? Tengo el dinero suficiente para mantener a 10.
Rieron juntos.
Lo cierto era, que Tony había tenido miedo de ser un mal padre, de formar una familia, de vivir una vida normal, pero teniendo a su Capitana con él... Podía saltar al precipicio sin pensarlo.
—Te amo Anthony.
—No más que yo, beloved.
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Preticor
FanfictionUna pequeña Stephanie Rogers encuentra el amor. [Stony] [Fem Steve] •Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Marvel. •Contenido adulto. •Portada: (fuente) Pinterest. Yo sólo la edite.