Plan

1.4K 203 3
                                    

Anthony, sin importar la situación, el lugar o el momento, siempre reconocería los ojos de su Steph.

—¿Tony? —Pepper tocó su hombro, preocupada ante su mutismo.

—Así que... —El castaño no despegaba sus ojos de la soldado—, ustedes serán las encargadas de mi seguridad. —Y no, no estaba preguntando.

—Así es, señor Stark. —La mujer de ojos oscuros le extendió la mano—. Soy la agente Carter.

Tony se obligó a sonreír.

—El gusto es mío. —Respondiendo el saludo, de nuevo miró a la mujer con el escudo en la espalda—. Sean bienvenidas a mi humilde morada.

Vio como la chica detrás de Carter baja la mirada, decepcionada.

—Gracias, señor Stark. —Dijo en un susurró la mujer de ojos claros.

Tony le pido a Rhodes que les mostrará la habitación que les habían asignado.

Ambas mujeres subieron detrás del coronel.

—Tony... ¿Pasa algo?

El genio no contestó, simplemente comenzó a caminar hacía su taller con Potts pisándole los talones.

—¡Tony!

En cuanto la puerta se cerró, el castaño al fin la miró.

—Necesito un gran favor.

—Ah no, sabes qué, me voy. —Virginia quiso salir del taller, pero ya era tarde. Tony la sujeto de la mano.

—Por favor, Pepper, es de vida o muerte. —El castaño la miró suplicante.

La mujer hizo un puchero.

—Ugh, te odio. —Aceptó— ¿Qué quieres?

—Necesito que inventes cualquier cosa para que Rhodey y la agente Carter se vayan. —Pidió Anthony.

—¿Qué?

—Te subiré el sueldo. —Prometió el Stark.

Pepper rodó los ojos.

—Deberias. —Fastidiada, salió del lugar, dispuesta a cumplir con el gran favor—. Te detesto.

—¡Yo te adoro!

Tony sonrió para sí. El primer paso ya estaba dado.

—Jarvis...

—"¿Dígame señor?"

Stephanie miraba la gran habitación que le fue asignada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Stephanie miraba la gran habitación que le fue asignada.

Era enorme, incluso más grande que su departamento.

Suspiró con pesadez.

—No me recuerda. —Se dijo, mientras se dejaba caer en la cama. Su pecho se sintió pesado.

PreticorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora