Anhelo algún día encontrar calma en esta tempestad donde cada pequeño fragmento de mi vida es parte de este huracán... Desearía que cada detalle no fuera un desastre más y que cada bala, cada puñalada y cada fractura, no doliera tanto como las que ya he tenido y hasta hoy me pasan factura. Me da igual si tengo menos fuerzas que antes pero seguiré caminando y seguiré corriendo cuando deba adelantarme, no me importa si ya no me dan las piernas o si sencillamente ya no tengo manera siquiera de avanzar, aún así voy a seguir luchando por llegar, seguiré luchando por lograrlo todo, y seguiré soñando con el hecho de que en medio de mi desdicha y de las vueltas tan cerradas que me da esta vida, algún día pueda encontrar la calma que no he encontrado... Aunque el mundo se me venga abajo solo pido esperanzas, las mismas que tengo cada mañana y que junto a mi confianza, me dan la fuerza para la constancia, solo pido que eso sea algo que nunca acabe, que por muy buenos tiempos que sean algún día, o por muy malos que son los de ahora y que fueron algunos del ayer, siempre tenga esa cualidad tan grande de aguantar, de continuar y avanzar aunque no me quede más que dar.
Estoy tan cansado y tan agotado que debo admitir que hay días en los que ciertamente me platico a mí mismo sobre lo que vivo y si realmente soy capaz de seguir así, me cuestiono mientras me doy mi propia charla, si es que realmente aún me quedan fuerzas para seguir, si de verdad aún esa esperanza que siento es tan poca, sigue siendo suficiente para hacerle frente a todo este tormento que me agota...
Vivo cansado, aunque a diferencia de antes no puedo decir que viva amargado, porque a veces ni fuerzas para hacer amargo tengo, solo me quedan las ganas de decir "da igual" "total, ya es normal" pasé de ser alguien que luchaba contra todo incluyendo contra sí mismo, a ser alguien que lucha de algún modo por solo sobrevivir y adaptarse a su abismo, pasé de ser un niño pequeño nadando a contracorriente a ser un adulto que se deja llevar por las olas solo por no desgastarse ante la evidentemente imprudente... Aunque ya no me queden ganas de continuar ni fuerzas para hacerlo, sigo esperando a que mañana al despertar tenga la esperanza nuevamente de continuar, como pasa cada día luego de recuperarme de cualquier desastre. Y espero con todo mi espíritu y anhelo, que las heridas fatales que hoy me hunden pasen algún día a ser parte de las razones por las que estaré tan descansado y triunfante...