Solemos perder el tiempo y sin darnos cuenta estamos perdiendo la vida, caemos en un laberinto sin salida que solo nos desgasta y nos acorta la vida, quedamos perdidos en el sentimiento irracional de estar cansados sin haber hecho nada o sin haber llegado a alguna parada, estamos desgastados solo porque sí, porque ni siquiera sabemos como vivir y se nos va la vida en un abrir y cerrar. Es peculiar como nos atrevemos a derrochar nuestro tiempo sin parar, sin detenernos a pensar y reestructurar y cuando lo hacemos creemos que lo estamos haciendo mal y por ello seguimos igual, por el mismo camino que llevábamos ya y al final estamos en el mismo lugar, cansados, mal heridos y sin tiempo que gastar, porque ya lo hemos perdido todo y la vida se nos ha escapado... Y me incluyo en esta cuenta, porque aún siendo tan joven he perdido mi vida y la sigo perdiendo todos los días, se me va mi tiempo y no hago más que intentar seguir el paso sin tropezar con el resto, no quiero caminar al compás de nadie, quiero ir a mi ritmo sin determe ni perder el sentido pero termino perdiendo mi tiempo sin ningún motivo. Vivo desgastado y pensando realmente en como cambiar el evidente resultado que yo mismo me he ganado y así es la vida de muchos cuando se dan cuenta tarde de que se les ha acabado. No es lo mismo tener mi edad y ver el tiempo que has desperdiciado a tener 60 años y ver como la vida se te ha pasado y no has hecho más nada que sobrevivir al ritmo que los demás han llevado, que triste es que se te haga tarde y al voltear notes que tu tiempo ha terminado y lo único que te queda es esperar a que la muerte te venga a buscar... Si quiera yo aún estoy a tiempo de cambiar y espero que a quienes le logre abrir los ojos mediante este texto, también abran los ojos antes de perderse como el resto.
Espero que aún estén a tiempo...