Estoy cansado de la monotonía que cubre mis sentidos, la misma vista, los mismos latidos, escuchar siempre los mismos ruidos, estoy abrumado de las mismas percepciones, de estar siempre en constante movimiento pero sin encontrar nuevas direcciones. Se me hace pesado el día tan cansado que llevo día a día para llegar al punto de no querer estar en ningún lado, es muy aburrido querer estar siempre solo y no conseguirlo de ningún modo y que cuando por fin lo consigo y estoy codo a codo con la soledad, mi mente ni siquiera es capaz de descansar... Quisiera cambiar el entorno y la monotonía y acabar de una vez con mi constante agonía, pero si caigo en impulsos y en probar tonterías me aburrire nuevamente y volveré a sentarme en esta silla, volveré a verme en este espejo y a sentirme como un viejo por frustrarme con la constancia del tiempo, mi amigo el tiempo que tenía tiempo sin nombrar en un escrito sin nombre, que solo tuviera fecha y lugar. Pensando escribir sobre la monotonía me doy cuenta que en cada escrito digo las mismas niñerias, hago los mismos versos y lanzo versos sin tiempo, deseando perderlo para dejar de aburrirme de cada momento. Pierde coherencia el escrito mientras avanza, pero mi mente hasta de escribir esto se cansa, midiendo el peso de mis palabras, siento que simplemente rompo nuevamente la balanza, cargándola con pesos para los que no está hecha, como la carga que lleva mi mente por culpa del orgulloso inconsciente que no libera...