Ya sobreviví

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Viví meses en penumbra, en una lucha profunda con mi mente y esos miedos que tanto abundaban, no había noche en la que no sintiera que me ahogaba, no había día en el que sintiera que el sol brillaba, para mí todo eran grises en sus absurdos y diferentes matices, todo era desdicha, desgano e insuficiencia, todo era un caos en su correcta apariencia, la anarquía reinaba mientras devastaba mi conciencia. Fueron meses de noches en vela, llorando mientras sentía que mi alma se podria y evidentemente se pudrió, se volvió nada, polvo y ceniza en tiempo de lluvia, como hojas en viento que se van y se arruman en una esquina, esperando ser recogidas... Dormía más que nada, aún así despertaba de madrugada, me sentaba a la orilla de la ventana a contemplar el basto cielo, veía todo en oscuridad, una penumbra similar a la que yo vivía en mi humanidad, con la pequeña excepción de que había noches estrelladas mientras que yo solo tenía noches en las cuales me estrellaba contra una pared de recuerdos y de bastas memorias y ahí me quedaba a reconocer mis errores a vivir de mis desilusiones y a dormirme al compás del latido de mi corazón en llanto, mientras le decía a mi mente "haz silencio que ya no te aguanto".
Sobreviví meses en ese estado, una depresión nefasta en la que jamás creí haber estado, hasta que yo mismo me cansé y decidí que debía ser liberado, era un desastre andante, un alma rota y errante que merecía liberarse y a pulso propio y sin ayuda de nadie más, salí de el agujero más profundo en el que pude estar, salí a flote y quedé a mitad del mar, a deriva de la infinidad y a un paso de volver a empezar, ahí quedé y desde ahí volví, paso a paso aprendí a ser lo que fui y lo que soy hoy, sentado aquí escribiendo estos versos de lo que viví, y si sobreviví a todo ese trayecto lamento decir que no me detendrá ni el tiempo, porque aunque no esté en mi mejor momento, lucharé contra cualquier contratiempo y ante causa y efecto reconstruire lo que sea necesario, porque si ya sobreviví a ese calvario no habrá magnitud alguna que pueda detenerme otra vez.

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