Sonrió ante la presencia de la gente, pero me derrumbo por dentro emocionalmente; no hago más que escribir con la tinta de mis lagrimas el dolor de mi alma. Verso tras verso, pagina tras pagina.
Pierdo la calma, mi rostro no traza sino un semblante dolido; la tristeza aprisiona por completo mis sentidos.
Y corre, hasta por la sangre en que ahogo mis amarguras. Las cicatrices de mis brazos no son simples cortaduras, es un logro, es un suspiro, alcanzado ante el dolor de mis ataduras... Así me libero de la presión de mi alma; y la sangre que brota de mi piel lentamente me descontractura.Mis lagrimas amargas, sazonan los sollozos de mi lamento cotidiano. Ya perdí toda esperanza, toda ilusión, todo fue en vano. Preferí cortar mis venas, y ahora paso a otro plano.