Nuevamente me sacaron de la sala, sabía que no existía la confianza, aunque en este momento teníamos que confiar a ciegas, no negaré que aun no me sentía segura de seguir con esto, pero no tenía otra opción, ya había dado el paso.
Recuerdo cuando era una niña, me veía obligada a matar, tenía que cumplir con mi deber como "cazadora", mi padre y entrenador constate mente me tenían pruebas, mataba o recibía castigos.
Así que al final recibí bastantes castigos, pero al final entendí que algunos merecían morir, su vida ya era miserable y el hecho que hicieran miserables a otros era lo que me permitía cumplir con mi "deber".
Estos traía consecuencias a mi cuerpo, matar para mi era como consumir sustancias, llegaban a un punto en el que me volvía adicta, pero tuve la suerte que mi otra parte podía controlarme.
Es lo único que me permite estar consciente del daño que hago, y es lo único que me salva de no ser una cazadora completa.
–Mañana a primera hora vendrán por ti– habla uno de los guardias, mirándome durante algunos segundos.
–Bien, supongo que no obtendré nada de comida– me mira unos segundos más
–Tendría que preguntar...
–Así dejalo–
Me mira unos segundos antes de salir, miro la puerta y me doy la vuelta, realmente no presto atención a la habitación, me tiro a la cama y cierro mis ojos, mi cuerpo necesitaba algo suave nuevamente.
Me sobre salto y miro a mi alrededor, recuerdo donde estoy, me quito algunos pequeños mechones que de quedaron pegados en mi rostro, retiro un poco de saliva en mi mejilla.
Me lávato de la cama y camino a la puerta donde unos pequeños toques se vuelven a escuchar, suelto un bostezo antes de abrir la puerta.
–Buenos días, el Alfa espera su presencia en el comedor–
–Buenos dias, muy bien– cuando estoy por cerrar la puerta recuerdo algo. -Espera- esta voltea. -¿De casualidad no tendrás algo de ropa que me prestes?- esta me mira de arriba a bajo.
–Puede que en el armario encuentres algo– asiento
–Bien, supongo que gracias– me mira antes de darse la vuelta
Cierro la puerta una vez la veo desaparecer por el pasillo, busco el armario y cuando lo abro, veo uno bastante grande, suspiro al recordar que muchas veces quise algo como esto.
Había tanta ropa, pero lo curioso es que todo era de mujer, la mayoría parecía nueva, como si nunca hubiera sido usada antes.
Mire entre los cajones y había accesorios, y encontré ropa interior, igual que lo demás todo nuevo, tome algunas prendas que a mi parecer eran lo mejor.
Casi al rededor de media hora estaba lista, salí de la habitación y me encontré con la misma mujer de hace rato.
–Señorita, la guiare– asiento
Este empieza a caminar y yo lo sigo, de reojo veo todo el lugar, caminamos por un pasillo vastante largo, por todo el pasillo hay varias puertas un total de veinte y varios cuadros y fotos, alguna que otra son pinturas, y una llama en especial mi atención, esta el Chico Dios Griego y una mujer.
Yo la conozco....pero..¿En donde?, no lo recuerdo con exactitud, pero es una mujer delgada, un cuerpo bonito, cabello castaño, ojos cafes, se que la e visto, pero donde.
–Señorita– miro al hombre
–¿Quien es ella?– pregunto.
–Ella es...ella es la difunta luna, la Mate del alfa–- por alguna razón esas palabras me hicieron sentir decepcionada, antes de pensar más, una palabra llegó a mi, "difunta".
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♤ Reina Luna ♤
Manusia SerigalaUna guerra que se llevó lo que más amaba, una soledad y un reino que gobernar. Angus había perdido a su Luna, ahora tenía que tomar una decisión. Buscar una nueva Luna, aunque no lo amará y tener un heredero o quedarse solo para siempre. Aunque el d...