~CAPÍTULO SEIS~

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EL MOMENTO

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Me sentía extraña, estaba sorprendida, me sentía rara, nunca había sentido algo así, había visto muchas muertes a lo largo de los años, algunos habían sido de personas que en algún momento los conocí, pero ninguno me causo nada, hasta ahora.

Reaccione cuando sentí las manos del chico Dios Griego, su mirada a pesar de que siempre que lo miraba tenía una mirada dura, donde mayormente siempre estaba molesto, esta vez pude ver preocupación.

–¿Te encuentras bien?– pregunta, puedo ver como me mira para ver que todo este bien

–Estoy bien– lo miro –Creo que es momento de hablar– su mirada se detiene de revisar que no tenga ninguna herida

–¿Estas segura?– asiento –Bien, preparemos todo para irnos–me mira una vez más.

Me levanto y comienzo a caminar siguiéndolo, mire el cuerpo del chico cuando pase a su lado y supe porque me conocía el ver un tatuaje en su muñeca.

Comprendo porque decía que lo había olvidado, pero muchas de las personas que conocí cuando era niña y llegamos a hacer alguna amistad están muertos o no volví a saber de ellos

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Comprendo porque decía que lo había olvidado, pero muchas de las personas que conocí cuando era niña y llegamos a hacer alguna amistad están muertos o no volví a saber de ellos.

Las relaciones entre nosotros no es algo que funcione, nuestro entrenamiento era especial y me alegro de saber que al menos murió aquí.

–¿Te encuentras bien?– levanto la vista

– Estoy bien– asiento, mirando por última vez al chico.

Seguí camiando aunque estaba a una pequeña distancia de el, me perdí en mis pensamientos, recuerdo un poco de el antes de haber sido enviado a una misión.

Las pocas veces que habíamos hablado sabía que era una persona que lograba ser algo simpática, pero que de alguna forma no funciona cuando estás metido en esto.

Reaccione a mi alrededor cuando visualice algunos metros el castillo, a pesar de que era un lugar bastante enorme, había casas alrededor cerca de el que lo podían ocultar de la vista, pero que al encontrarse se veía hermoso.

El auto que en algún momento había entrado se detuvo, la puerta a mi lado se abrió, mire a la persona que estaba sostenido la puerta.

–¿Piensas salir?– pregunta y su voz suena algo ronca y muy sexi.

Balbuceo, este hombre tenía un olor que me estaba volviendo loca –Claro –

Baje de la camioneta y al pasar por su lado respire un poco de su olor, dioses de verdad que olía delicioso.

En cuanto salí cerro la puerta, se puso a mi lado, dimos unos cuantos pasos y estaba apunto de decir algo para romper la tensión que se había formado.

Hasta que escuchamos un grito, volteo y una mujer camina hasta nosotros con una gran sonrisa, supongo que es su madre, la mujer se ve de unos cincuenta tantos, se ve más joven, y es muy hermosa.

–Hijo– se acerca hasta estar enfrente de el –Te esperabamos, me estaba aburriendo– besa su mejilla, después la otra y así por toda su cara, suelto una pequeña risa, al ver la cara del chico Dios grigo, que por cierto se veia tierno sonrojado. –¡Hola!– me mira ahora que se dúo cuenta de mi presencia

–Hola– digo regalando una sonrisa sincera, y me di cuenta que el chico dios griego no diría nada -Soy Carina-esta sonríe.

–Alejandra, madre de este niño gruñon– reí, pude ver la molestia en los ojos de su hijo

–¡Madre basta!– dice el chico a mi lado, muy sonrojado. -¿Que haces aqui?, ¿por qué no estas con los demás?.

–En cuanto me dijo tu padre que venias con la chica que te ha estado volviendo loco, quise conocerla antes que todos– me mira de reojo antes de sonreír –Es muy hermosa– me sonrojo un poco 

-Gracias-le digo con una sonrisa, sus ojos brillan.

–Ahora que ya te he conocido, entramos todos nos esperan– enlazo su brazo con el mio –¿Cariño la historia es muy larga?– me pregunta –Por qué quiero hacer algunas palomitas– sonreí, esta mujer tiene mucha confianza.

–Será larga la historia, pero tal vez la aburra– me encojo de hombros

–Bueno igual voy a preparar algo– sonreí como si fuera una niña, que esta haciendo algo travesío

Sabía que no entraríamos por las puertas principales del castillo, debe de tener algunas entradas para las diversas situaciones que se pueden presentar.

Pero a pesar de eso, me gusta lo que veo, había un pequeño espacio donde había un sofá, en un rincón cerca de unas escaleras, que hacían una forma de espiral.

Había una pequeña fuente, tenía una figura que era como una cascada que caía y se formaba una pequeña laguna, había unos lobos, creo que todo tiene relación a los lobos.

Seguí caminado y podía ver algunas fotografías, la mujer me arrastra hasta llegar a unas puertas de madera, abre la puerta y entramos, había un grupo de personas que hicieron silencio en cuanto entramos.

A los únicos que reconozco son, a los amigos del chico Dios Griego, que son cuatro, a Alan y a Catrina y Mario, ambos me miraban con una mirada extraña, podía distingir un tipo de miedo, y eso no me gustó, eso es lo que menos quería que ellos me temieran, jamás los dañaria, me había pasado tan bien junto a ellos que no tendría como agradecerles por lo que habían echo.

–Ya que están todos estamos aquí – dice el chico Dios Griego, todos ponen su atención en el –Ella es la testigo de la que les hable, y hoy frente a todos nostros nos revelará todo lo que está pasando, y así podremos saber si lo que pasa es de suma preocupación– al terminar me aclaro la voz.

–Lo es– sus miradas se posa en mi –Lo que les estoy por contar será de suma importancia–

–¿Por qué?–

–Tenemos que tener las preguntas correcras– elevo un poco mi voz

-¿Y supuestamente cuales son?– la pregunta sonaba un tanto brusca

-Para eso nos tenemos que preguntar  ¿quiénes son realmente y por que?- ellos me miraban. –Creo que es momento de contar todo– mire a todos

–Bien–

–Señora Alejandra, creo que es el momento para traer sus palomitas– sus ojos brillan

–Espero que valga la pena– mensiona

La mujer habla con alguien quien asiente y sale de la habitacion, miro a las personas a mi alrededor, aunque realmente no conozco nadie aquí.

Podrían matarme al saber toda la verdad, ya que todo ellos son mis enemigos, pero realmente estoy cansada de ellos.

Pero se que aunque no esté lista, tengo contar toda la verdad, así habrá quienes podrán acabar con esta miseria que ha traído.

–Listo– miro a la señora Alejandra

–Bien– tomo una última bocado de aire antes de comenzar –Todo comienza años atrás

♤ Reina Luna ♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora