♤ Reina Luna ♤

~CAPÍTULO DOS~

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RENDICIÓN

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El bosque era realmente hermoso, los enormes arboles estaban tan sanos, el olor a tierra mojada, me relajaba, camine mirando todo el lugar, había algunas salidas que daban al pueblo.

En uno de esas salidas vi un marque bastante grande, con juegos para niños, había parrillas y mesas para poder comer, bancas en todo su alrededor, entre todo eso había un espacio grande, en medio se exontraba una fuente, algo rara, pero era hermosa.

La fuente tenia forma un enorme lobo negro, y este tenía una postura como si aullar a la Luna, debajo de él había pequeñas huellas de lobos y de manos humanas, era muy extraña.

Camine por el lugar y vi un árbol, sonreí lo tengo, me acerqué y  lo mire, di la vuelta alrededor de este, mira a todos lados, no había nadie, comence a trepar, era un poco complicado, me fijaba en cada paso, al subir por completó, me di cuenta que se podía ver todo el pueblo, sonreí al saber que había encontrado mi arbol, acomode algunas cosas en este, deje una parte de mi mochila, y saque unas soga y otras cosas, era hermoso el paisaje, al terminar de acomodar todo, baje con cuidado, revisa que no se viera, me asegure que no hubiera nadie, empeze a correr.

Unos minutos después había llegado a la cabaña entre y no había nadie, subo corriendo a la habitación al entrar me sorprendió ver a la señora, frunci mi ceño, ella al notar mi presencia parecía nerviosa, pero no entiendo ¿qué hace en mi habitación?, estaba por decir algo cuando alguien llego a mi lado, mire y estaba mi hermano.

–Tenemos que irnos– asiento.

–Eh....Me tengo que ir– esta parece nerviosa. –Y no te preocupes, no me molesta que estés aquí– digo

Salgo y sigo a mi hermano, entramos a su habitación, no hay nadie mas que nosotros, el se sienta en la cama, me siento a su lado, el mira a el otro lado y después de un largo rato de silencio, el se aclara la garganta, y dice.

–Esta noche necesito que te quedes aqui–- lo miro

-¿Qué?- este suelta un suspiro.

-Lo que escuchaste, te quedarás y distrairas a los señores– niego

-¿Pero... y el plan?- este niega.

-Estarás fuera de este- frunci mi ceño

-¡No pueden hacer esto!- le grito ya molesta. –No es justo– me quejo

–Ya se ha tomado la decisión, así que te quedas y punto – gruñó molesta, salgo de la habitación

Entro en mi habitación y me aviento en la cama bastante molesta, para que me venia si al final no iba a hacer nada, suspiro molesta, miro a la nada y sin darme cuenta la noche llego.

Entro al baño, me miro en el espejo, suelto un suspiro, salgo abro mi maleta, saco otra bolsa y meto algunas cosas, me acerco a la puerta y escucho ruido en la parte de abajo, cierro la puerta con seguro, me acero a la ventana, estamos en un segundo piso así que dolerá, ¡tu puedes!, me animo, aviento la bolsa la cual cae en unos arbustos.

Cuento hasta tres y al llegar salto, por suerte esto lo he hecho muchas veces, me agachó me aseguró que no haya nadie, tomo la bolsa y corro al bosque, empizo a caminar hasta llegar a la parte donde está esa extraña fuente, por alguna razón todo está más silencioso, parece que nadie viviera por aquí, unos minustos después puedo ver el hermoso árbol que me da la vista de todo el paisaje.