~CAPÍTULO SIETE~

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EL INICIO

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Comienzo a narrar como si yo hubiera estado en ese momento, aunque esto fue hace miles de años, aunque aún se usas las costumbres.

Hace años había un pueblo humano el que se encontraba lejos de la civilización, todo el lugar estaba rodeada de bosque, árboles enormes que ocultaban su ubicación de otros y eso no les molestaba.

A pesar de que todos en aquel pueblo conocían el bosque, había ocasiones raras en que alguien se perdida, pero eran encontrados rápido.

Había llegado la temporada de lluvias en el que muchos trataron de cuidarse de no enfermarse, los medicamentos eran escasos y caros, sabían que si alguien enfermaba alguna familia de quedaría sin alimento.

Había habido algunos muerto ese año, el pueblo había quedado débil, muchas familias fueron obligadas a dejar el pueblo, otras se mantenían, luchaban por sobrevivir, los que cazaban no conseguían la comida suficiente para mantener a su familia, así que uno de los tantos ancianos y líderes de ese lugar decidió hacer algo.

Todos estaban reunidos, esperando para saber de que se trataba, la curiosidad les estaba ganando, el anciano apareció después de un tiempo, todos lo miraron, este los miro y se puso enfrente de ellos, aclaró su garganta y dijo.

–¡Hoy ha llegado el fin de nuestro sufrimiento!– grito y todos fruncieron su ceño. –Es momento de volver a tener grandeza, prosperidad– grito

-¿Y como haremos eso?-pregunto un hombre.

–Mi madre me contó sobre historias, sobre seres mas fuertes, más resistentes, todo lo que necesitamos para poder sobrevivir–

–¿Y qué se supone que es?-dice una mujer, el anciano sonrió.

–Una muy bien pregunta– saca de su morral un libro, que se veía sucio y descuidado. -En este libro se encuentra la clave- abre el libro y busca entre las páginas, algunos empezaron a pensar que era una pérdida de tiempo.

–Hombre tenemos trabajo que hacer, la comida no se trae sola– dice un cazador.

–Lo se, ¡Solo esperen!– después de algunos minutos algunos estaban apunto de irse. -–Sólo escuchen, esta aquí, se los aseguro!–

–¡No tenemos el tiempo para escuchar sus historias!–  a pesar de que se habían quedado, no tenían muchas opciones.

–¡Aquí está!– lo ignoraron pero el anciano siguió –¡invoco hodie cuncti coram te ut des nobis pacem petimus!- grito y todos se quedaron sorprendidos

Al ver como el cielo se tornaba de otro color y después una luz blanca iluminó todo el lugar dejando a todos ciegos por unos segundos, cuando la luz fue bajando su intensidad todos miraron lo que lo había provocado, el anciano ya no era el mismo, ahora era más alto, mas joven, todos abrieron sus ojos sorprendidos, ¿Cómo había echo eso?, el anciano se miro y sonrió, miro a todos y después el lugar, hizo una mueca al ver lo horrible que era ese lugar, este recogió el libro que estaba tirado, hizo un ligero movimiento con sus manos y este desapareció.

-¿P-Papá ?- este miro a su hijo -¿E-Eres tu?-

-Si hijo, soy yo- sonrió orgulloso al mirarse. -Les dije que podíamos cambiar, acepten lo que les ofrezco y todo cambiará para mejor, sólo acepten y tendrán más fuerza, serán más ágiles y sobre todo no se enfermaban fácil– todos sorprendidos por el cambio drástico de su voz.

♤ Reina Luna ♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora