♠ Capítulo XV ♠

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- Ya que has hecho el juramento sólo quédate conmigo y no vuelvas a mencionar volver a casa.
- Alexander...
- ¿Qué haces aquí? - cuestionó la reina.
- Cuando regresé a mis aposentos me di cuenta que mí mascota de sangre y sirvienta no estaban. ¡Vámonos! - ordenó tomando de la mano a la joven y levantándola del suelo - Regresa a dónde perteneces... Ahora que hiciste el juramento - dijo susurrando en su oído y tomando su cintura- yo seré el único en el que podrás confiar.
- ¡Espera Alexander! - gritó la reina poniéndose de pie - ¡No puedes malcriarla así, todo lo que hice fue por ti! ¡¿Cómo puedes sacrificar cien años por este inútil ser humano...?!
- ¡Suficiente madre! - gritó el hombre mostrando sus grandes y afilados colmillos. - Voy a llevármela. Los asuntos entre Ayla y yo... No quiero que te entrometas más.

La reina estaba molesta, no podía soportar su ira por mucho más tiempo. No permitiría que Ayla estuviera con su hijo...

...

Estos días la custodia de Alexander cada vez es más sofocante, pensó la mujer, ese vampiro ¿Realmente quiere encerrarme aquí toda mí vida?

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Estos días la custodia de Alexander cada vez es más sofocante, pensó la mujer, ese vampiro ¿Realmente quiere encerrarme aquí toda mí vida?

La joven caminaba sumida en sus pensamientos entre los árboles en lo que parecía ser un bosque al que nunca había ido, o tal vez si.

- Igual hay otro problema más urgente - dijo suspirando pesadamente - ¡¿Dónde diablos estoy?! Tuve la oportunidad de escabullirme pero me perdí.

¡Bam!

Una pequeña piedra golpeó la cabeza de Ayla. Un niño sentado en la rama de un árbol no muy lejos era el responsable.

- ¡Mujer sal de aquí, ésta es mí huerta privada! - dijo el niño amenazante.
- Lo siento, no pretendía ofenderlo, estoy aquí porque me perdí... Me pregunto si podría decirme por dónde salir - dijo la mascota tratando de ser lo más cordial posible, si bien era un niño, era también un vampiro asique debía tratar de no molestarlo.
- ¡Por supuesto hermana! - respondió el joven alegremente cambiando rotundamente sí personalidad - Ve directo en esa dirección y podrás salir, solo recuerda no entrar en lugares equivocados la próxima vez.
- Muchas gracias - dijo la mujer antes de partir por el camino que el niño le había señalado.

Está mujer es interesante, pensó el pequeño vampiro, fue capaz de atravesar el laberinto de la huerta, y parece que no lo hizo a propósito, mejor la seguiré...

El pequeño vampiro vió como la joven se encontró con otra mujer que inmediatamente reconoció como la sobrina de la reina que había insistido en ser la sirvienta de Alexander.

- Señorita Lilith, lo siento pero necesito irme, si no regreso pronto Alexander va a culparme...
- ¿Alexander? Tus modales no han mejorado desde que me fui. Déjame decirte... - continúo la mujer mientras comenzaba a caminar al rededor de la humana como un animal antes de atacar - ...lo que le pasará a un ser humano que está solo en un mundo de vampiros...

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