♠️ Capítulo XXV ♠️

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Todos experimentamos muchas pérdidas a lo largo de la vida, pero la muerte de un ser querido no tiene igual en su vacío y profunda tristeza. Su mundo se ha detenido. Puede citar la hora exacta a la que falleció su ser querido. Está marcada en su memoria y grabada en su alma. Hay momentos en que parece extraño que el mundo continúe como si nada hubiera sucedido, cuando el mundo de usted se ha puesto de cabeza.

Su vida continúa, pero usted no tiene seguridad de por qué. Una vida diferente está frente a usted, una en la que su ser querido no estará físicamente presente. Por mucho que las personas lo intenten, nadie puede encontrar palabras para hacerle sentir mejor o hacer que desaparezca este dolor. Sobrevivirá, aunque no tenga seguridad de cómo o incluso si lo desea.

Ayla recordaba esas palabras que una vez en du vida había leído tras la muerte de su abuelo cuando aún era una pequeña niña. Temía que eso se repitiera, temía perder a otra persona en su vida, temía la idea de quedarse sola mientras veía a otros marchar, temía... perder a Alexander...

¡Bam!

- ¡Debí haberte matado desde el principio! - gritó la reina aún no satisfecha con la cachetada que le había proporcionado a la humana - ¡Si no fuera por tí Alexander no estaría herido! ¡Solo porque te esté protegiendo no significa que no te haré daño! - dijo la mujer levantando la mano para lanzar otro golpe incluso más fuerte que el anterior.
- Cálmate querida - intervino el rey deteniendo la mano de su reina - Afortunadamente ellos llegaron a tiempo. Es un milagro que Alexander haya sobrevivido apenas... Luego continuaremos con esto. ¡Capitán! - llamó el rey - ¿Pudieron averiguar quién quiso asesinar a su alteza?
- Su majestad, no pudimos identificar al asesino por ahora. La única persona viva atrapada se suicidó con veneno, pero a juzgar por su apariencia, era algo cercano a un orco.

El rey sabía que sería complicado, un orco... se suponía que esos seres repugnantes casi estaban extintos.

- ¿Orcos? - Preguntó dudosa Ayla.
- Los orcos son vampiros mutados debido al exceso de consumo de la sangre humana. Son vampiros que cruzaron al viejo mundo hace ya centenares solo para beber sangre humana hasta saciarse, pero no tenían idea de sus consecuencias llegando hasta un punto de no retorno convirtiéndose en salvajes criaturas sin una porción de razón que ya no se conforman con humanos sino que también comenzaban a atacar a los de su especie... - dijo la pequeña mucama de la humana.

Ayla pensaba en sus palabras. Parecía tan raro todo...

Más allá de mi vida Tu mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora