♠️ Capítulo XXXVIII ♠️

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- ¡¿Por qué yo no puedo ocupar su lugar para ti?! - Continuó Alexander – Para ti soy…
- …
- ¡Eh oye no te vallas! ¡¿Qué es lo que quisiste decir?! - Gritó la mujer al notar que el hombre daba media vuelta y se marchaba dejándola atrás.
- Nada. Vamos a comer.
- Bueno… Alexander, siempre es así con nosotros… Tienes algo que decir y no lo hacer. Cada vez usas la comida como excusa para huir… ¿Por qué eres tan reacio conmigo?

Bueno, ¿y qué si te lo dijera?, respondía el vampiro para sus adentros… No te quedarás por eso… Asique será mejor dejar las cosas así.

Achoo…

- Mi señora, ¿estás bien? - pregunto la joven mucama.
- Sí, accidentalmente parece que cogí un resfriado.
- Entonces déjame hacer las tareas del jardín por ti.
- Está bien. Estoy aburrida de todos modos. Es mejor ver flores que estar en la habitación - dijo convencida la humana mientras arreglaba su cabello para salir – No te preocupes ya vuelvo.

Las rosas del jardín daban la bienvenida a la joven humana mostrando su bello color carmesí haciéndose irresistible para ella no acariciar sus finos pétalos.

- ¡Mi señora!
- ¿Koko? ¿Qué estás haciendo aquí, acaso Chris te envió?
- ¡Sí, quería invitarte a un lugar! - respondió la pequeña criatura.
- ¿Ahora? - dijo dudosa - Es muy repentino… No puedo ir…
- ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! - insistía el murciélago - ¡M señor hasta ha preparado un regalo para ti! - continuaba volando alrededor de ella rápidamente - ¡Vamos!
- Koko pero… ¡¿Eh?! - un círculo negro se formó bajo los pies de Ayla gracias a la magia de la mascota voladora -  ¡¿Qué es esto?!

Ella calló por la oscuridad. Era como esas pesadillas recurrentes que los humanos tenían aveces. Tu cuerpo cae por la oscuridad, por el silencio y por el infinito. Ella no veía nada, solo caía.

El agujero negro en el que se encontraba la escupió por el aire junto a las nubes dejándola caer sobre un jardín de girasoles en los brazos de aquel vampiro que la esperaba.

- ¡Chris!
- Hola Ayla - Respondió el príncipe sin sacar la vista de sus ojos.
- ¡Chris bájame!
- Sí, mi hermosa dama.
- Wow… qué hermoso es aquí, siempre quise una casa en un campo de girasoles para así poder ver estas vibrantes flores todos los días…
- Ya que es tu deseo…

Como si la magia fuera algo completamente normal, lo cual lo era en su mundo, el príncipe chasqueó sus dedos y frente a ellos una hermosa y sencilla casa se alzó ante sus ojos.

Los amplios ventanales poseían esa terminación en punta en su cúspide caracterizando su estilo victoriano que junto con el roble de su marco eran el fuerte del edificio. Una gran puerta doble con pequeñas ventanas superiores era la entrada a la casa mitad amarilla, mitad ladrillo que se encontraba frente a ellos con dos pisos de altura y techos de tejas a dos aguas.

- Wow… - la mujer no podía expresarse de otra manera más que tapando su boca de la impresión.
Ayla camino paso tras paso acercándose cada vez más a aquella casa en medio del campo.
-  O por Dios Chris… - dijo al abrir la puerta y observar el interior - Es tan hermoso aquí.

Frente a la puerta un pequeño living-recibidor se alzaba ante sus ojos con paredes empapeladas de color pajizo con piedras desde el suelo hasta la altura de la cintura de la joven. Los cuadros que decoraban las mismas combinaban con los paños de las cortinas y el pequeño sofá que se hallaba a un costado de la sala frente a una escalera negra de caracol que conducía hacia el piso superior.

- ¡No puedo creer que puedas crear una casa tan hermosa!
- ¡Ja! - dijo con orgullo de sí mismo - Es pan comido. Hoy permítame servirle señorita Ayla - Dijo cambiando su atuendo al de un mayordomo mientras se inclinaba ante ella.
- Jajajaja qué gracioso eres…
- Hablo en serio. Solo espero ver tu sonrisa cada día… Espero poder darte la vida que quieres porque… me gustas. ¿Y yo? ¿También te gusto?

Capitulo dedicado a niluliluluna gracias por siempre estar presente!!

Más allá de mi vida Tu mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora