♠️ Capítulo XXVIII ♠️

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Ayla caminaba por entre las grandes rosas del jardín perdida en sus pensamientos.

- ¡No me preocupo por él, es un vampiro egoísta! - pensaba en voz alta.
- ¿Quién es el vampiro egoísta?
- ¡Chris!
- ¿Acabas de hablar mal de alguien?
- ¡No, no lo hice! - respondió la mujer apenada.
- ¿Entonces por qué escuché decir a la amable señorita Ayla... que su alteza es un egoísta?
- ¡...T-todo fue un malentendido!
- De acuerdo...

Ayla pensaba en la forma de ser de Chris, tan distinta en comparación a la de Alexander...
Un flash en su memoria le recordó a la humana el tema del anillo ¿Acaso Chris podría ayudarla?

- Chris... Necesito tu ayuda.
- Por supuesto...
- ¿Puedes ayudarme a encontrar un anillo?
- ¿Anillo? ¿Es un anillo que te ayudará a volver a tu casa?
- Eso espero...
- ¿Cómo sabes que realmente te ayudará a volver a casa?
- El anciano me dijo que pongo en riesgo este mundo asique ese anillo me ayudaría a irme de aquí para regresar a mi hogar... Eso es lo único que sé sobre ese anillo.
- Mmm... bien. Te ayudaré entonces - dijo Chris con una sonrisa - Pero... - continuó poniendose derepente muy serio mientras se acercaba a la joven - Los humanos siempre dicen que la amabilidad debe ser correspondida. ¿Con qué me corresponderás?
- ¿Qué insinúas?
- Si te acuestas conmigo te ayudaré.
- Ni lo...
- Olvídalo... era solo una broma. ¡Koko! - llamó el príncipe Chris chasqueando los dedos.

Un pequeño murciélago apareció de una nube negra de humo dispuesto a servir a su amo.

- Ayla, él es mi pequeño amigo Koko.

El pequeño animal se acercó sin temor alguno a la humana demostrando su afecto hacia la nueva amiga.

- ¡Ayla!
- Alexander... - respondió Chris.
- Chris te lo advierto ¡aléjate de ella! - gritó el príncipe mientras atraía a la mujer con sus poderes lejos del otro.
- Tranquilo. Nos encontramos solo por casualidad. - Respondió burlón - ¡Qué bueno que estás bien!

El príncipe Alexander no respondió a su provocación, sino que optó por conducir a Ayla dentro del castillo en silencio.

Con respecto al anillo, pensó Chris mientras miraba a la mascota alejarse, es hora de comenzar...

Dentro del castillo el príncipe reprendía a la humana y... como ya era costumbre, sus gritos podían escucharse en todo el castillo.

- ¡¿Has olvidado de quién eres la mascota?¿Por qué sigues buscándolo a él?! - gritaba el principe mientras mantenía el cuerpo de Ayla contra las frías piedras de la pared.
- ¡Yo no hice nada! - gritó Ayla defendiéndose mientras lágrimas comenzaban a inundar sus ojos.
- Olvídalo - respondió el hombre suspirando - cámbiate de ropa y acompáñame.

Más allá de mi vida Tu mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora