♠ Capítulo XVI ♠

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- Últimamente algo me ha estado molestando... - dijo el príncipe mientras juntaba sus manos bajo su barbilla en señal de que estaba pensando - ¡Mí cabello cambia de color cada vez que tomo sangre! - Decía mientras agarraba fuertemente las mechas de su cabello que comenzaban a ponerse grises mientras él comenzaba con una crisis existencial como una mujer que no sabe qué vestir a la hora de salir.
- Bueno, su alteza... - dijo el sabio anciano - Si su cabello cambia de color después de beber sangre, ¿por qué no intenta otra manera de comer su alteza? Intente con una bolsa de sangre.
- Mmm... Ya veo...

Hora más tarde...

Ya había pasado tiempo desde que el anciano se había marchado para dejar comer a su alteza, por lo que decidió que ya era momento de volver y evaluar los resultados.

Reflejos...
castaño y gris...
Fashion...
Muy mal humor...

- Su alteza usted...
- Cállate. Te mataré si dices algo - sentenció el príncipe con una voz oscura.
- Si...

Click.

El sonido de la cámara del anciano era el colmo para el príncipe. ¡¿Enserio le había tomado una maldita foto?!

....

Mientras tanto...

- Te lo digo, - habló Lilith a Ayla - un humano rodeado de vampiros, no tendrá un buen final. Se dice que la sangre humana es de una delicadeza rara... Déjame ahorrarte el mal final... - advirtió la mujer antes de abalanzarse sobre ella.

El símbolo de la mancha de sangre se hizo presente y expulsó lejos a la vampira haciendo que ésta choque contra la pared.

- Así que... eres la única que ha hecho un juramento con su majestad... - habló Lilith con una voz neutra - ¡Demonios! - gritó con todas sus fuerzas! ¡Maldita humana eres sólo una bolsa de sangre!

Ayla tapó su cabeza preparándose para recibir el golpe que la vampira iba a propiciarle.

- Por favor, detente señorita Lilith - dijo Chris sosteniendo la mano de la mujer.
- ¿Tú eres... El príncipe Christopher? ¿Proteges a ésta humana...?
- Bueno ahora está a mí servicio - respondió el príncipe - Señorita Lilith, ahora déjame lidiar con ésto.

Lilith se marchó de mala gana obedeciendo al príncipe Christopher. Ella había escuchado del rumor sobre la pelea del príncipe con su alteza por la mascota de sangre. Parecía entonces, ser verdad.

El ahora proclamado y descubierto príncipe miro a Ayla en el piso con una dulce sonrisa y no dudó en ayudarla a ponerse de pie mostrándose preocupado por su bienestar.

- Ayla, ¿ésto pasa a menudo... Ser acosada por vampiros?
- Si. ¡Pero me he acostumbrado! - respondió la mujer quitándole importancia al tema. - Solo los ignoro... ¿Chris?

El vampiro la había abrazado como si se tratase de una niña dándole su calor corporal y haciéndola sentir contenida al punto de que Ayla tuvo que esforzarse para que unas lágrimas no escaparan de sus ojos.

El vampiro la había abrazado como si se tratase de una niña dándole su calor corporal y haciéndola sentir contenida al punto de que Ayla tuvo que esforzarse para que unas lágrimas no escaparan de sus ojos

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- Ten, aquí tienes... Úsalo - dijo el príncipe Chris mientras le regalaba un pequeño collar a la humana. - Es un talismán... Aunque no puedo ayudarte a llegar a casa, espero poder ayudarte en éste mundo. En tiempos de peligro o dificultad llama a mí nombre con ese talismán e iré a ti en cualquier momento...

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