♠️ Capítulo XXI ♠️

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La luna brillaba en el punto más alto esa noche. El castillo estaba de fiesta y sus invitados honraban la celebración con sus trajes de gala.

Dicen que en las fiestas los chismes vuelan como aves desenfrenadas y ésta vez no fué la excepción.

Los murmullos se hicieron presenten en el momento en el que su alteza ingresó al gran salón acompañado de una humana, una mascota.

- ¿Quién es esa mujer al lado de su alteza? - preguntaba una mujer curiosa que miraba de arriba a bajo como si de un scaner se tratara a Ayla.
- Es una humana, es la mascota del príncipe - respondió una mayor.
- ¡¿Qué, es ella... Qué hace una mascota en este lugar?! Es una desvergonzada...

Nunca pense que podría venir aquí, pensaba Ayla para sus adentros, olvidé que soy infame. Qué vergonzoso... ¿Será mejor que me valla ahora?

Una mano la sacó de sus pensamientos, Alexander la tomaba suave pero firmemente de su cintura y la conducía hacia su lado.

- No te preocupes - dijo el hombre como si además fuera capaz de leer sus pensamientos - Sólo sígueme.

Era tradición que el príncipe saludara a todos los invitados en su castillo en respresentación de la familia real, pero claro estaba que llevar consigo una mascota de sangre no lo era, por lo que Ayla trató de ignorar lo más que pudo aquellas acusantes voces mientras seguía a Alexander por todo el salón.

- ¡Tía Margaret, tanto tiempo sin verte!
- Oh Alexander, tanto tiempo sin vernos... Gracias por hacer esta ceremonia por mi cumpleaños...

- Olvídalo tía - dijo el príncipe mientras tomaba de la mano a aquella jóven mujer - Hoy luces hermosa

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- Olvídalo tía - dijo el príncipe mientras tomaba de la mano a aquella jóven mujer - Hoy luces hermosa...
- Muchas gracias por tu obsequio, me ha encantado al igual que a tu tío...
- ¿Igual que a mi padre? ¿No había acaso mi padre sugerido que lo quemaras justamente después de abrirlo madre?

- ¿Igual que a mi padre? ¿No había acaso mi padre sugerido que lo quemaras justamente después de abrirlo madre?

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- ¡Chris! - dejó escapar Ayla emocionada.
- Buenas noches Ayla, hoy luces hermosa - respondió el príncipe Christopher ignorándo por completo a su rival, el príncipe Alexander - Por cierto, madre déjame presentarte, ella es...
- Ella es mi compañera ésta noche. - Interrumpió secamente Alexander.

El clima al rededor de los príncipes se había vuelto pesado, tanto que Ayla comenzaba a arrepentirse de no haberse marchado cuando tuvo la oportunidad. Pero por su parte, la madre del jóven Chris parecía agradarle la escena de aquellos jóvenes contrincantes.

- No es de extrañar que su alteza no haya invitado a la señorita Alice. - Dijo la mujer llamando la atención inmediatamente de Ayla - Veo que tienes a ésta hermosa mujer...
- Alice... ella... ¿Está aquí ésta noche? - dijo Alexander cambiando su tono de voz a uno mucho más ronco.

Ayla no entendía lo que sucedía en ese momento...¿Alice? ¿Quién es Alice y por qué Alexander reaccionó así? Eran algunas de las preguntas que recorrían en su mente por no nombrar la lista interminable que acababa de generarse en los últimos segundos.

Lamentablemente muy pronto lo sabría...

Más allá de mi vida Tu mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora