-Podrían dejarnos a solas-dijo Daishinkan a los otros ángeles- Necesito hablar con ella un momento. Pueden ir a una habitación contigua si así están más tranquilos. A usted no le molesta ¿Verdad?-No- le dije y ellos nos dejaron, pero Merlot volteo a verme y le sonreía par que estuviera tranquilo.
Cuando quedamos solos Daishinkan se tambaleó. Lo sujete a tiempo para evitar que cayera al piso. Apoye una rodilla en el suelo para ayudarme a sentarlo y él se quedó en la posición que lo deje. Me tomó la mano y me dijo:
-Estoy disperso- hizo una pausa- Diluido como una gota de pintura en un vaso con agua. Difuso... Por favor, ayúdeme.
"Ayúdame" que palabra tan terrible en labios de un ser como él. No, no me alimentaba el ego que un individuo tan poderoso cayera en tal estado de desesperación como para solicitar mí ayuda. Era doloroso incluso. Le apreté la mano en un gesto confortante y Daishinkan l respondío haciendo lo mismo.
-Digame ¿Qué es lo que lo atormenta de esta manera?-le pregunté esperando que su estado actual le permitiera quebrar la distancia que guardaba siempre con todo el mundo.
Me miró con una expresión cansada. Parpadeo lentamente una vez mientras apretaba mi mano.
-Estoy confundido- dijo de forma cansina- Como un rompecabeza al que le han puesto piezas de más. Ni siquiera estoy seguro si esto que siento por ella sea real o solo la implantación de un sentimiento por medio de la imaginación, de los delirios en que se han convertido mis deseos.
No supe que decir a eso. De pronto se veía frágil. Su garbo, su enhiesta postura, la sonrisa gentil- distante y su aire de gran señor ya no estaban. Súbitamente el que estaba delante de mi era sólo una tenue sombra del Gran Sacerdote. Le hice una caricia en el rostro, la recibió en silencio mientras llevaba su mano a mi frente y apoyaba ahí la punta de los dedos. Estaba frío.
-Por favor, mate esas partes de mí en las que me estoy diluyendo. Que me devoran desde adentro- me pidió- Usted puede hacerlo, le ruego que lo haga.
-Pero...
-No hay algo normal en esto. Mi naturaleza no es así. No me crearon con la necesidad de dormir. Yo me he tomado la libertad de hacerlo. Me he tomado demasiadas libertades que se alejan de mi naturaleza asignada y se han tomado tantas conmigo que me siento perdido y ni siquiera estoy seguro de estar perdído en realidad. Pero hay anhelos, hay ideas, hay incluso sueños, hay tanto y nada a la vez...Eso me ha llevado a este estado tan lamentable. Es psicosomático. Mi mente está destruyendo mi cuero y no puedo solo con esto.
-Había considerado eso. Los ángeles no necesitan dormir, pero...-le dije guardandome algunas cosas.
-Pero no significa que no podamos- me dijo sonriendo- El poder y el no poder son tan confusos. Sabía todo, ahora se nada...¿Cuánto de mi queda aquí dentro?
Le acaricie la mejilla, otra vez, con condescendencia. En ese momento yo tampoco entendía lo que le pasaba.
-Lo ayudaré- le dije- No es bueno que los ángeles duerman. Materializan cosas peligrosas y sonámbulos son aun peor- agregue sonríendo.
-Supongo que por eso me dió la bofetada.
-Fue por tratar de abrazarme-le dije mientras cruzaba los brazos.
Me miró con extrañeza.
-Me disculpo por mi atrevida actitud- me dijo luego cerrando los ojos- Cuando haya eliminado a todos esos que ahora moran en mi cabeza ¿Cree usted que seguiré sintiendo lo mismo por ella?
Me miró al hacerme esa pregunta. Me miro a los ojos y eso fue incómodo por alguna razón.
-Es posible- le dije y lo sentí antes de verlo por eso hice lo que hice.
Lo abrace con fuerza y le hundí el rostro en mi pecho para no ver lo que iba a suceder. Era algo que incluso provoca vergüenza entre nosotros, los humanos, y en él...en él lo hubiera devastado que lo vieran hacer aquello. Por eso lo escondí, para no verlo ni yo. De alguna forma me hubiera dolido precenciar aquello y aunque lo estaba sintiendo lo ignore. Daishinkan no hizo un solo movimiento. Se quedó entre mis brazos como un muñeco y tuve que tomar una posición más cómoda para soportar su cuerpo. No sé cuánto tiempo pasó realmente, pero cuando sentí que era pertinente le dije que durmiera.
-No me cuente ninguna historia, no me cante una canción. Que nada perturbe mis sueños- me pidió aun acunado en mi pecho.
Comencé a peinarle el cabello y pronto terminó dormido. Así me teletransporte a esa habitación donde lo dejé descansando la primera vez. Lo recosté en esa suave cama y le puse las manos sobre el abdomen. Por un momento, al contemplarlo, pensé en un pequeño príncipe de una historia que leí.
-Descance-le dije y lleve hasta ese lugar a los ángeles que necesitaba.
Merlot, Ginebra, Whis, Korn, Mojito y Vados llegaron sin comprender el motivo. Se los explique brevemente y entendieron rápido.
-Necesito que Vados, Mojito y Merlot se queden aquí para contener al Gran Sacerdote en caso de que algo suceda mientras duerme-les dije y a mi ángel menor no le gustó- Los demás vienen conmigo...
-Entiendo que la acompañe Ginebra y Whis, pero ¿Yo por qué?-me preguntó Korn.
Solo levanté un poco el puño con una leve sonrisa.
-Ya entendí- me dijo, pero no sonó muy convencido, sin embargo, no lo lleve allí por nada.
-Disculpe, pero yo podría cambiar mi lugar con .. -me decía Merlot hasta que mis manos rodearon su rostro.
Detuve el tiempo para tener un poco de privacidad con él.
-Te necesito aquí-le dije con ternura.
-Pero...es la mente del Gran Sacerdote, su poder allí será muy limitado-me dijo preocupado-¿Por qué se arriesga tanto por él? No lo haga, al menos déjeme acompañarla, mi...
Lo silencie con un beso en la frente.
-Todo estará bien...confía en mí-le pedí.
-Pero ellos no la protegerán como yo...-me replico firme y dulce a la vez.
-Lo sé. Aquí nadie me ama más que tú y por eso debes quedarte aquí. Se que sabrás que hacer si algo malo pasa mientras estamos dentro-le dije honestamente.
-Mi diosa...si algo le pasa ahí, ya no volverá a su mundo. Yo seguiré en este paréntesis, pero usted.
-Yo también estaré aquí. Una parte de mi se ha colado en este paréntesis y se ha adherido a la memoria colectiva que sostiene este mundo.
-Pero...será un bucle de argumentos inconclusos-me dijo cerrando sus brazos entorno a mi cintura.
-Y nos encontramos en el eternamente o hasta que el app desaparezca y a los lectores se les olvide la historia-le dije sonriendo.
-La amo y soy celoso de su amor, pero comprendo que debo compartir su corazón,mas no puedo evitar sentirme así cada vez que su atención es robada de mi...
-Todo amor es celoso, mi Merlot- le dije y le di un beso breve beso en los labios-Todo amor ...
Asintió y está vez me beso él con ese candor suave y dulce...
Eche a andar el tiempo otra vez y entonces con un tronar de mis dedos nos hice entrar en la mente del Gran Sacerdote. Está vez no había sueños o estimulos de ninguna clase o al menos reducidos al máximo, por lo tanto todo era más fácil y más peligroso a la vez.
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Cuentos para Daishinkan
Fanfiction¿Te has preguntado de que te enamoras realmente? Te lo diré: te enamoras de la idea de... ¿te has preguntado que es un personaje? Te lo diré: una idea. ¿Te has preguntado si una idea puede amarte?