𝖚𝖓𝖙𝖎𝖙𝖑𝖊𝖉 #1

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Otra vez salía tarde de la universidad. Ojalá le hubieran advertido que la carrera era así todo el tiempo, de esa manera no se hubiera esperanzado con el "a veces y sólo a veces tardaremos más de lo esperado" y se hubiera preparado para la obscuridad y frío que traía una noche de invierno.

Seonghwa lamentablemente tenía que pasar por un callejón para llegar a su departamento, si fuera nuevo en la ciudad probablemente estaría aterrado de su recorrido, pero llevaba tantos años en el mismo complejo que a este punto creía que cualquier tipo de malandro ya lo conocía y simpatizaba con el pobre estudiante de medicina.

Su rutina era monótona a este punto, deseaba que hubiera un poco de variedad en el menú, inclusive el tropesarse le parecía interesante, habría esperado que a ese punto tuviera el piso memorizado y no sabía si cuando su cara encontraba al suelo era por idiota o porque era una señal de que algo iba a cambiar.

Aburrido, bastante aburrido.

Por eso pensó que estaba a punto de volverse loco cuando vio un cuerpo tirado contra la pared.

Sí, sin duda estaba alucinando, pero entonces era una alucinación en alta definición.

Sintió un poco de terror al ver la cabeza del sujeto encerrada en una jaula, se veía apretada y sin duda pesada. Se acercó al chico y comprobó que siguiera vivo, lo cual afortunadamente fue cierto, así que prosiguió a ver sus condiciones.

Tenía puesta una camisa de fuerza, sucia por supuesto, reforzada con unas correas alrededor de él, unas botas con las cuales dudaba alguien pudiera caminar y a ellas estaba atada una llave la cual esperaba fuera de la jaula.

En cuestión de segundos sacó las llaves del calzado del chico quién seguía inconsciente e introdujo ésta en la cerradura.

Suerte.

Retiró con cuidado la pequeña celda de la cabeza del chico, colocando su mano en su nuca como soporte mientras lo colocaba con cuidado en el suelo y viendo las marcas que había dejado en el cuello de este. Necesitaría la revisión de alguien y también ser transportado de una manera en la cual su cuello no se moviera, sólo para prevenir.

En un momento fijó su mirada en la cara del chico, era bonito, ya lo había notado cuando retiró la jaula, su pelo totalmente negro realzaba la falta de color que tenía su piel aunque eso no evitaba que sus mejillas y labios estuvieran pintados de un rosa claro, sin embargo ahora notaba las marcas en sus ojos, denotaban que había estado llorando, mucho. Tenía también algunas lágrimas frescas que tuvo necesidad de borrar, así que pasó su pulgar con cuidado sobre la mejilla del pálido.

Una patada fue lo siguiente que sintió.

Unos pocos segundos después, alzó la vista y vio que el chico ya había abierto los ojos, unos que eran de un raro tono gris con la respiración algo agitada, como si estuviera enojado.

—Hey, tranquilo, escucha por favor, sólo te quiero ayudar.

Trató de calmar Seonghwa mientras se acercaba con cuidado al chico que aún estaba acostado y apresado por su traje.

—Voy a quitarte las correas ¿sí? por favor confía en mi...

La mirada del chico se relajó un poco a la voz del rubio, el cual comenzó a desatar las tiras de cuero con delicadeza, como si quisiera probarle sus palabras al pelinegro con acciones. Después de terminar con eso finalmente desató las mangas mientras sentía cómo el cuerpo debajo de él se tensaba por el contacto. Una vez que terminó, fue cuestión de segundos para que el otro se sentara y en seguida soltara un quejido mientras sostenía su cuello y apretaba los ojos.

coldest winter - seongsangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora