𝖚𝖓𝖙𝖎𝖙𝖑𝖊𝖉 #2

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Yeosang se encontraba algo incómodo en el apartamento del chico más alto, no porque este fuera sencillo o muy chico, el simple hecho de compartir lugar con cualquier otro ser hacía hervir su sangre y el que tuviera que hacerlo porque ahora era igual de vulnerable que esos malditos humanos lo enfurecía mucho más.

Odiaba a Wooyoung, ese maldito pecado que no hacía otra cosa más que molestarlo y joder a San quien parecía nunca estar satisfecho ni tener dignidad, al parecer.

Las bromas del aquel de pelo lila siempre le causaban cualquier tipo de problemas lo cual parecía ser su objetivo principal, molestarlo al grado de que su pecado comenzó a ser un problema no sólo para los demás quienes sufrían de la crueldad y mal humor que había desarrollado, sino también para él mismo quien comenzó a querer dañarse, se lastimaba a veces intencionalmente, al grado de que su mismo padre decidió colocarle la jaula y el traje para evitar más daños.

Pero Wooyoung era un idiota certificado y pensó que la mejor broma final sería enviarlo al mundo terrenal, con los humanos, detestables e incípidos.

Era consciente de que sí moría en ese plano también desaparecería en el otro, ya que había perdido sus habilidades, Padre se los había explicado claramente y ahora tendría que esperar a que él se diera cuenta de que el estúpido de su hermano lo había mandado ahí y que lo regresara o bien, esperar a que Wooyoung lo hiciera por si mismo.

—Hice té, aunque no sé si te guste el té, de todas maneras tengo café y agua, ¿tienes hambre? no tengo mucha comida la verdad... aún no me pagan.— Seonghwa regresaba a la sala con dos tasas humeantes, también traía un botiquín, dando la ilusión de que en cualquier momento tiraría todo al suelo, cosa que no sucedió.

—Hablas mucho.— Otra vez ese tono de molestia.

—Lo siento, pero en mi defensa tu no dices nada.

El más pálido decidió no responder verbalmente y sólo soltó un bufido, escuchando una pequeña risa como respuesta y no hace falta decir que su ceño se frunció más ante esto.

—¿Puedo...?

Al alzar la vista Yeosang, vio que el rubio ya estaba sentado a su lado, un paño ubicado en la mesa al lado de las tazas y el botiquín. La cercanía le daban ganas de apartar a aquel chico de maneras que probablemente eran ilegales ahí pero necesitaba de su departamento y la seguridad que este brindaba así que sólo lo miró sin oponer resistencia mientras se giraba un poco para indicarle que podía proseguir. Aquel sorpresivamente entendió esto y acercó su rostró, una de sus manos se ubicó en la parte posterior del cuello de Yeosang y aunque aún quisiera golpear su extrañamente bonito rostro, no lo hizo.

—Parecen sólo heridas superficiales, y al parecer si puedes mover tu cuello así que no me preocuparía mucho... aunque es extraño que no estés lastimado...

El rubio tomó el paño y le dedicó una mirada algo nerviosa. —Tú... tienes algunas marcas...— Mencionó este mismo, a lo cual el contrario reaccionó manteniéndose inmóvil.

Seonghwa interpretó esto como luz verde y pasó el paño por la cara del chico que lo veía atentamente y se sobresaltaba un poco con cada contacto, sin embargo éste mismo sentía calidez y cómo las lágrimas que había soltado y nunca limpiado se iban con el trapo que pasaba por su rostro, generando una extraña calma dentro de él.

El más pálido miró atentamente el rostro del hombre que lo estaba ayudando, preguntándose porque habría hecho todo eso, quizás esperaba algo a cambio, quizás no tenía buenas intenciones, pero cuando éste se separó y ambos conectaron miradas notó algo.

Pureza.

Lo cuál lo dejó pensando en cómo sabía eso sí nisiquiera sabía de qué se trataba la pureza en sí.

—Traeré algo de ropa para que te pongas, supongo que querrás darte una ducha así que el baño está por allá.— El más alto señaló una puerta. —Puedes entrar, ¿tienes hambre? Pediré algo para cenar, dejaré la ropa en el baño para que te cambies, las toallas están en el cajón izquierdo.

Yeosang ni siquiera logró responder a la pregunta que le habían formulado, tampoco escuchar la última parte ya que aquel que hablaba se había ido a realizar todo lo que dijo que haría, así que se limitó a relajarse un poco, dirigirse al baño y esperar a que el estúpido de Wooyoung lo regresara al infierno.

coldest winter - seongsangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora