— ¡Schrock! — gritó una joven mientras giraba sus brazos sobre ella creando una masa extraña que, al tener un gran tamaño, empezó a disparar partes de su estructura en contra de otro joven quien con seriedad en su mirada trataba de esquivar todos los ataques.
En cuanto se estuvo recuperado y los ataques cesaron, movió sus brazos de la misma forma en la que lo había hecho la chica momentos antes mientras ella mostraba una expresión de asombro.
— ¡Schrock! — y, al igual que antes, una masa extraña se formó.
— ¡No puedo creerlo! ¡Lo lograste! — pero la masa rápidamente se desplomó encima del joven anulando de esa forma el hechizo — bueno... Casi lo logras, pero fue un muy buen intento para ser tu primera vez — sonriente se acercó al joven ayudándole a pararse mientras evitaba mancharse con la masa.
— No lo entiendo, hice justamente lo que tú hiciste — sus brazos estaban algo pegajosos aún por la masa que poco a poco iba desapareciendo.
— Te faltó algo importante — violeta y verde se encontraron — concentración y algo de paciencia, la masa cambia de forma dependiendo de lo que estás pensando. Si tu mente estaba en blanco o sólo pensabas en hacer el hechizo, no iba a funcionar. Yo me concentraba en buscar algo que atacara a larga distancia.
— Ya veo... ¿Y cómo te quitas lo pegajoso?
— con un buen baño — con un leve movimiento de su mano izquierda creó un portal de colores cambiantes entre naranja y violeta — después de usted, oh futuro rey
— Sobre eso... — su mirada se desvió a otro punto que no fuese la mirada violeta de su compañera — aún no se qué pensar sobre eso
— No hay mucho que debas de pensar — cerró el portal y se sentó en el pasto. Ambos se encontraban en un pequeño claro en medio del vasto bosque Nigal cercano al reino de Ninrah y Murba — el rey de verdad te ama y si llegas a casarte con él, te convertiría automáticamente en rey también
— No se si sea el indicado para tomar ese cargo — imitó la acción de la chica, al sentarse suspiró — he oído lo que dice el pueblo sobre mí y concuerdo con ellos. ¿Has leído el libro tradicional de la familia Bakugō? — la chica asiente — entonces debes entender lo que quiero decir. Katsuki necesita a una hembra de raza fuerte, no un débil humano que trata de volverse hechicero....
— pero él te eligió a ti, Izu-kun. ¿A quién le importa si los demás quieren que vistas de rojo? Si te sientes a gusto con tu traje verde entonces viste con él y sal a la calle. En la vida nunca puedes tener contento a todo el mundo.
El chico observó a su amiga como si viese en ella la imagen de alguien más, cierta chica rubia de mirada extraña, sonrió al recordarle.
— muchas gracias Jun — se levantó del suelo y ayudó a su amiga — por el ánimo.
— No hay porqué agradecer — volvió a abrir el portal y, sin decirse nada más, entraron en él.
Del otro lado el paisaje daba un rotundo cambio. Ya no había pasto o árboles alrededor sino estantes llenos de libros, un techo plano del color de la tierra, paredes que parecían hechas de ladrillos grandes del mismo color del techo y un piso de hermosa madera.
El sonido de las aves fue reemplazado por el de pasos que iban y venían desde fuera de la habitación.
Ninrah, un reino que se mantenía en lo alto del ranking de los más poderosos tanto en defensa como en ataque teniendo a su favor la ayuda de distintas especies de gente y animales, entre todos ellos están los furiosos dragones quienes por varias generaciones obedecían a aquellos que llevasen los genes de la familia Bakugō pues fueron ellos quienes dieron parte de su cuerpo y alma al inicio de Bhanga para ayudar a la Madre Diosa en la creación de tan magnífica especie.
Ninrah y Naseen llevaban una batalla silenciosa por quién se quedaba en el primer puesto de reinos poderosos pues, bajo el reinado del sabio Toshinori Yagi, no se quedaba atrás con el nivel de defensa y ataque, aunque era más bien un reino pacifista con varias alianzas en Harmony y Phyn.
De ahí seguía el reino de Murba, liderado por la familia Todoroki con Enji actualmente al mando. En la fecha en que estaban era normal que hubiese mucho movimiento en el gran castillo pues el príncipe Todoroki Shoto estaba de fiesta celebrando su milésimo año, teniendo ahora la edad adecuada para tomar el trono.
Por años se había tenido la costumbre de invitar a la ceremonia sólo a los reyes de Ahron, Naseen, Vhand, Analía, Shov y Ghalok pues era con quienes se mantenía una alianza y una amistad a distancia, pero el gran soberano nombrado Endeavor decidió que era el momento adecuado para presentar al futuro próximo rey frente a todos los reinos posibles.
Dejando así la invitación al aire para quienes desearan asistir, siempre y cuando fuesen personas importantes. Cada rey tenía el permiso de llevar consigo un invitado sea su mano derecha, guardaespaldas o pareja.
Katsuki, rey de Ninrah, no tenía la intención de asistir.
Y no era para más. La relación que se mantenía con Murba y sus soberanos era tensa aún cuando era reino vecino. En los años de vida de su padre habían ocurrido demasiadas guerras iniciadas por Murba con el objetivo de conquistar sus tierras, pero gracias a varios golpes de suerte y fuerzas reunidas de las alianzas es que no sucedió más que muertes innecesarias.
¿Qué era lo que Enji realmente deseaba? Nadie lo sabía, ni su propio hijo tenía claro lo que su padre anhelaba de las tierras de Ninrah. A su parecer podía fácilmente atacar por traición a Naseen y quedarse con los hechiceros, Elfos, Raans y Ghu quienes eran los seres mágicos más fuertes de ahí; pero su padre mantenía la amenaza hacia los Bakugō.
Ni siquiera podía decir que el odio era sólo hacia el padre de Katsuki quien gobernaba en los tiempos de Enji porque el rey pereció hace ya muchos años.
Y ese era un tema que a cualquiera que viviese o no en Ninrah hacía temblar pues los únicos capaces de calmar la ira de los grandes dragones de esas tierras eran los Bakugō. Sin ellos los reinos vecinos caerán bajo el poder de esas bestias.
Y el único Bakugō que quedaba, era Katsuki.
— Hey, arbusto. Irás conmigo a la fiesta del bastardo doble cara, te veo en la entrada del reino en dos horas y si te tardas juro que mandaré a Kumoshi a que te traiga de la pierna, ¿Entendido?
— ¿Ah? — bajó el libro que estaba leyendo para observar con incredulidad al imponente joven que se encontraba frente a él con una mirada tranquila casi no propia de él.
— Ya lo dije — y sin más salió dejando a un Izuku perplejo. ¿No había escuchado del mismísimo Katsuki que no iría a la ceremonia? — Que la gran Madre Diosa nos tenga en su santa gloria...
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El misterio de Nihara ❪KatsuDeku❫
FanfictionLas guerras entre reinos vecinos y conquistas por territorios nuevos aún siguen al igual que muchos misterios de Bhanga a la espera de ser resueltos por el joven humano foráneo llamado Midoriya Izuku, un joven de espíritu determinado con un gran val...