Un día como cualquier otro, como se supone debía ser, lo perdí todo sólo quedaron mis recuerdos. En ese entonces hacía ya siete años que mi planeta, Kripton, quedó sumido en la oscuridad del universo. El núcleo explotó dejando como únicos sobrevivientes a mi pequeño primo Kal-El, quien fue enviado a la tierra por sus padres para mantenerlo a salvo, y a mí para asegurar el bienestar del pequeño Kal. Pocos minutos después de la partida de mi primo mis padres se despidieron de mí pidiéndome que cuidara del él, pero sobre todo que viviera porque así Kripton jamás moriría, esa era mi misión, mi objetivo y destino.
Aun tras lágrimas y suplicas porque no me dejaran sola mi madre me subió a la capsula, me dio un beso en la frente, se quitó su collar, regalándome la sonrisa más amorosa del mundo lo colocó alrededor de mi cuello y me susurró al oído sus últimas palabras "Mi querida hija, nunca estarás sola, nosotros siempre te seguiremos con el resplandor de las estrellas". Antes de que le pudiera responder sellaron la capsula y me enviaron a la oscuridad del universo...
Mi nombre es Kara Zor-El, la última hija de Kripton y esta es mi historia...
***
Yo tenía 13 años cuando todo ocurrió, justo al momento de salir de la atmósfera de mi planeta este explotó y la onda expansiva alcanzó mi capsula ocasionando un fallo que me sacó de mi curso y encendió el comando de hibernación. De ese modo quedé atrapada en la zona fantasma por 34 años hasta que algo reinició mi capsula y retomé mi camino. Pero para cuando llegué a la tierra Kal-El se había convertido en SuperMan mientras que yo aún conservaba los mismos años puesto que en aquel lugar el tiempo no pasa. Lo único que me quedó fue el sueño más largo de mi vida infestado de pesadillas sobre el fuego consumiendo mi planeta y a mis padres; toda una vida rodeada únicamente por la soledad.
Fue SuperMan quién me recibió cuando mi capsula chocó en este nuevo planeta y tras saber quién era y lo que había ocurrido me llevó con una pareja de científicos que habían aceptado cuidar de mí. De ese modo por siete años, en los que pensaba que lo había perdido todo, volví a tener una familia y viví tranquilamente en una pequeña ciudad llamada Midvale. Olvidándome de quien era, dejando de lado mi pasado y renegando de mis poderes, para convertirme sólo en Kara Danvers, una terrícola más, creyendo que eso era lo único que podía hacer para cumplir con los deseos de mis padres pues estaba más que claro que Kal-El ya no necesitaba de mí. Pero todo eso cambió cuando en los primeros minutos de mi cumpleaños número veinte recibí el mejor regalo de todos.
***
Como cada año, desde que había llegado a la tierra, salí a escondidas de la casa de los Danvers minutos antes de la media noche y volé hasta un risco en un bosque cercano desde el que podía ver las estrellas, me apoyé en una piedra observé el recuerdo de Kripton y el destello de las estrellas pensando en mis padres. Aquel era el único momento en el que me permitía utilizar mis poderes y recordar quien era. Pero esa noche en especificó no sólo lo recordé, sino que recuperé parte de lo que se me había arrebatado.
Poco después de que sonará la alarma de mi reloj, que indicaba la media noche, y yo me hubiera perdido en lo más profundo de mis recuerdos con los ojos cerrados, una silueta comenzó a subir flotando por el peñasco acercándose poco a poco sin ser notada de inmediato. Para cuando la percibí y pude abrir mis ojos la luna iluminó su rostro, se había arrodillado frente a mí y su mando cubría amorosamente mi mejilla izquierda. En ese momento de mis ojos comenzaron a correr lagrimas incontrolables igual que de los suyos, sólo pude susurran un "es imposible" casi inaudible mientras su rostro se adornaba con esa mirada amorosa y sonrisa cálida que siempre me dedicaba sólo a mí. "Mi pequeña Kara" fue lo primero que dijo, en ese momento con el sonido de su voz supe que era verdad, ella era real y estaba ahí conmigo. Sin poder controlarme, la sujeté con el más fuerte de los abrazos temiendo que le pudieran alejar otra vez de mi lado. Rompí en un llanto de felicidad y alivio acunándome en su hombro derecho, ella correspondió mi abrazo con la misma fuerza repitiendo que estaba ahí conmigo que ya no estaba sola y que nada la volvería a alejarla de mí.
Habiendo consolado mi llanto, consiguiendo que este disminuyera, calmado mis miedos en medio de sus brazos y con sus palabras; se alejó un poco para verme a los ojos aun sujetándome por los hombros me volvió a sonreír y dijo "feliz cumpleaños mi querida Kara". Así fue como me reencontré con ella y recuperé parte de esa familia que creí perdida. Nos quedamos toda esa noche platicando y recordando viejas anécdotas; se había acomodado junto a mí, nuestras miradas se alternaban entre nosotras y las estrellas, las risas nos rodearon haciendo que por unas horas estuviera de regreso en Kripton, en mi hogar.
Para cuando el sol inundó el bosque llegando hasta el peñasco me di cuenta del tiempo, supuse que los Danvers ya habrían despertado y se empezarían a preocupar por mi ausencia, no quería, pero debía regresar. Ella se percató de la tristeza en mi mirada, ninguna quería ponerle fin al momento ni mucho menos alejarse. Entonces pronunció las palabras que cambiarían mi vida actual ofreciéndome de nuevo ser una kriptoniana. "Quiero que vengas conmigo, seamos de nuevo una familia para que la gran casa de El regrese a la vida", me explicó la situación y me dio una semana para pensar en mi respuesta. Lo único que me pidió fue que no dijera nada de su propuesta pues quería que la decisión fuera solo mía.
A partir de ahí pasaron muchas cosas; el primer día llegó conmigo a casa de los Danvers, se presentó y regresó al día siguiente y al siguiente. En esa casa se dieron muchas platicas tanto familiares como privadas, siendo estas últimas cada vez más comunes entre mis padres adoptivos. Así a primera hora del cuarto día, tras haber captado parte de una de sus pláticas, fui en busca de una explicación, ella me contó lo que mi nueva familia me ocultaba y entonces tomé mi decisión. Al atardecer ya tenía todo listo, ella llegó y tocó a la puerta, los Danvers abrieron, pero se negó a pasar fue entonces que me vieron bajar las escaleras con una gran maleta detrás. Les expliqué que quería regresar con mi familia, recuperar un poco de lo que se me arrebató, lo que sucedió después me rompió el corazón y nunca los volví a ver.
- ¿Estas lista, mi pequeña kara?
-Sí, Tía Astra...
![](https://img.wattpad.com/cover/208741281-288-k438197.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Tierra 83 SuperCorp
FanfictionSinopsis: Que hubiera pasado si Kara dejaba a los Danvers para ir con Astra. Kara ha perdido a las personas que más ama, en más de una ocasión y de diferentes maneras. Tras perder a Rao rompe con su código más preciado, "no arrebataras la vida de...