Tierra 83 SuperCorp

Capitulo 21 Luthor VS Lane III La Gala I

Kara

Habían pasado unos dos meses después de aquella comida con Lena, cabe decir que aun ahora no sé quién era en ese momento. No era Kara Evans, ni Kira, mucho menos SuperGirl... tampoco estaba segura de ser Zor-El, ella menos que nadie, ella jamás actuaria así, jamás se arriesgaría a ser descubierta a causa de una simple mujer.... En ese momento sólo era alguien que estaba ahí, diciendo verdades... tal vez a medias, pero completas. No podía ni quería, pero debía hacerlo, ella tenía algo que no me dejaba mentir, tal vez si me lo pedía teniendo yo la guardia baja algún día le contaría todo; entonces, tal vez, no se trata de una simple mujer. Lo único favorable de todo aquello es que parecía que no se había tomado tan enserio lo de los secretos pues no volvió a retomar el tema, pero algo me decía que aun pensaba en ello. Aun así, todo este tiempo hemos convivido mucho, solemos platicar por wattshap sobre cómo nos fue en el día y el domingo pasó a ser nuestro día de convivencia junto con el viernes por la noche, aunque ella no sabía de ese último. Además, algunas veces, cuando podía llegar tarde al trabajo, le pedía que no mandara nada pues prefería pasar a su oficina y desayunar juntas pues siempre me pareció reconfortante lo tranquilo que es ese sitio. Ella accedía, aunque no había logrado convencerla de que dejara el asunto de las donas, decía que le gustaba hacerlo y que era una buena estrategia para averiguar cuáles eran las mejores sin tener que ganar peso por probarlas todas. Hablar y pasar tiempo con ella era reconfortante y apreciaba mucho esos momentos.

No obstante, procuré no comentarle nada a nadie ni siquiera a Alex, sabía lo que pensaba acerca de Lena y prefería no pelear con ella. De esta manera era más sencillo, pacifico, llevadero... Hace unos días, el domingo, había invitado a Lena a mi departamento para ver un maratón de películas pues Lucy estaría entrenando a sus soldados desde la tarde del sábado, hasta la tarde del lunes y a Alex le pareció buena idea por lo que se unió a ella para llevar a sus novatos, seguramente los torturarían hasta acabar con ellos. Obviamente a mí no me dirigieron ni el más mínima atisbo de invitación primero porque sabían que el domingo era el día de Kara y sólo para Kara y segundo... porque me veían como una muñeca frágil a la cual proteger y no pensaban que ese ambiente fuera apto para mí... "Pobres, si supieran que soy capaz de mostrarles un verdadero entrenamiento digno del infierno" pensé. 

Alex sabía que al pasar tiempo con Astra había aprendido a pelear y al se SuperGirl obviamente no era frágil, aun así, se empecinaba en seguir viéndome como esa niña de 13 años asustada y llena de pesadillas que ella conoció cuando llegué a este planeta... Tiene un gran complejo de hermana mayor. Aquello era irritante, pero al menos en este momento era de gran ayuda pues no corría el riesgo de que ninguna de ellas apareciera de improviso con alguna excusa tonta como había pasado antes mientras estaba fuera en mis domingos. A Lena pareció agradarle la idea y no dudó mucho en decir que sí, aunque aún preguntaba si estaba bien aquello pues pasaba todos los domingos con ella y Lucy podía molestarse y no quería causarme problemas. Yo siempre respondía que no había de que preocuparse pues esos días siempre los pasaba por mi cuenta y ahora me agradaba compartirlos con ella; esas palabras siempre le dejaban más tranquila.

El domingo había llegado y ella tocó mi puesta temprano en la mañana como le había pedido pues así aprovecharíamos al máximo el día. Entre discusiones sobre que películas nos gustaría ver ella soltó un comentario sobre Star Wars, a lo que escavé más descubriendo cuanto le gustaban por lo que no dije más y las busqué en Netflix para poner la primera. Fue gracioso verla reñirme al ver mis intenciones de poner la primera para explicar que el orden cronológico de estreno no era el correcto para verlas en un maratón... No sabía que Lena Luthor era tan friki y entonces pensé "esta no es Lena Luthor, es Kieran" sonreí ante el pensamiento y la dejé tomar el mando de mi cuenta, nos acomodamos en el sillón con un gran tazón de palomitas en el centro y una gran botella de refresco para mí y otra de agua para ella porque obviamente ¡Lena Luthor no podía ingerir muchas calorías!... nuestros contrastantes hábitos alimenticios siempre me parecían graciosos. Fue cerca de la hora de la comida cuando hicimos una pausa para averiguar lo que comeríamos cuando ella soltó una pregunta que realmente no me esperaba.