Capitulo 47 Kara regresa ¿y RAO?: Sueño

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Hola, perdón por la demora, pero aquí les dejo otro lote de capítulos. Espero les gusten y no me odien por lo que está por venir.... 

Algunos de estos capítulos van acompañados de una canción que me inspiró para escribirlos, espero no sea mucho enredo :P 

Saludos =)




Lena

Han pasado varios días desde que Kara se fue con SuperGirl, pero desde entonces no han dado el menor rastro de vida. Alex me ha dicho que no me preocupe, que ambas están bien y necesitan este espacio, pero no puedo evitarlo. El recuerdo del estado en el que mi rubia había caído, la falta de su brillante sonrisa y la luz en sus ojos aun oprimía mi pecho, esto aún no terminaba. Pero Alex tenía razón, ellas necesitan esto después de todo ambas están pasando por lo mismo, siendo las únicas que entienden la magnitud de su dolor. Sólo nos queda confiar en su juicio y que ante cualquier cosa SuperGirl no permitiría que Kara cometiese alguna estupidez, lo cual era mi mayor preocupación.

Por otra parte, con tantas cosas en la cabeza y el alma, ha sido complicado regresar a la rutina, además de extraño. Desde el día uno, todo se había tornado monótono y automático; trabajar comer y, si acaso, dormir, a eso se resumía mi rutina últimamente. Bueno salvo algunas excepciones cortesía de Alex o Eliza quienes no querían que me descuidara. Sobre todo, Eliza era quien más se aseguraba que comiera a mis horas e intentara descansar. Aun así, a pesar de tener a tanta gente preocupada por mí, por primera vez en mi vida, yo aún extrañaba sobre manera la presencia de Kara. Tanto que varias veces me había descubierto perdiéndome en burlas hacía mi persona por haberme vuelto tan dependiente de ella, todo acompañada de unas cuantas copas de whisky.

Eso en la oficina, pero en casa... en casa el escenario era peor; sin asuntos que resolver, llamadas que realizar o juntas que atender el silencio se volvía sepulcral envolviéndome para no dejarme tranquila hasta que sucumbía ante mis deprimentes pensamientos, los recuerdos de mi rubia y esa estúpida esperanza de que algún día mis sentimientos pudieran ser correspondidos. Pero ese proceder nunca terminaba bien pues siempre le acompañaba la voz de mi madre repitiendo "¿De verdad crees que alguien podría amar a un Luthor? ¿Sobre todo a una inútil como tú? ¡Que ilusa eres Lena!" una y otra vez hasta que mis inseguridades regresaban y rompía en llanto. Aun así, la esperanza no moría, no me dejaba, era mínima, pero ahí estaba, constante, tentadora... Sabía que más adelante podría terminar lastimada, el instinto gritaba "Aléjate", pero el corazón, necio, me recordaba aquellos momentos o detalles... pequeños, pero con un gran peso que alimentaban esa esperanza. Mientras tanto sólo podía quedarme ahí preguntándome "¿Caeré? ¿Cuánto dolerá la caída?"....

Como una verdadera Luthor debía permanecer pesimista, preparándome para lo peor, sobre todo porque aún había un tercer factor en esta ecuación, uno desconocido que debía decodificar para llegar a la respuesta final, la definitiva, sea cual sea, positiva o negativa. Me hacía falta ese "algo" que pudiera ayudarme a conseguir el valor de arrancarme todo cuanto siento por Kara de mi terco corazón. Porque de lo contrario todo resultado posible sería devastador pues sino lo conseguía Kara podría terminar alejándose de mí y eso... eso no lo soportaría, no puedo perderla porque al final de todo ella es la luz en mi oscuro mundo de mierda.

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Tras tantos días de calvario Jess me insistió en que tomara un respiro que hiciera algo diferente, pero mi lado masoquista incitado por el hecho de que hoy era domingo me llevó a la puerta del departamento de Kara.... "Cuando se vuelvan a ver tendrás que actuar con normalidad, ¿crees poder sin que te hundan los recuerdos de lo vivido en su departamento? ¿podrás con la ilusión y la esperanza? Mejor acaba con ello antes de que esto acabe contigo" Aquella fue la excusa que me persuadió. Ahora estaba ahí, parada frente a la puerta de mi rubia, con la llave en mano jugando con ella, indecisa. Como si tuviera miedo de lo que pudiera encontrarme del otro lado, después de todo tanto y nada había pasado entre las dos en ese pequeño espacio. Por alguna razón, en algún momento comencé a preguntarme "¿qué debería hacer con la llave al salir? ¿debería deslizarla bajo la puerta luego de cerrar o conservarla? ... ¿Tendría algún derecho o excusa por mínimo que fuera que me permitiera quedármela?.... Cuanto me gustaría que así fuera..."

Tierra 83 SuperCorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora