Capitulo 15 Impulsos

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Lena 

Los días pasaban y las cosas volvían a su lugar, aunque no del todo, tras lo sucedió con el atentado en el Venture y luego de que mi vida fuera salvada por la chica de acero tanto mi imagen como la de LCorp mejoró un poco gracias a los artículos publicados en el DailyPlanet y CatCo. Aquello también había servido para dar un poco de promoción al nuevo cambio de dirección que tomaba la compañía. Con ello los socios no tuvieron más que tragarse sus palabras y dejarme trabajar. Ya con la junta apaciguada, el número de reuniones inútiles reducidas al mínimo y mi vida con el mismo riesgo de siempre pude seguir trabajando tranquila o al menos eso intentaba.

Por dos semanas, siempre que mi mente se relajaba un poco del trabajo, comenzaba a observar y jugar con el pequeño papel que me dejó Kara, la reportera de CatCo. Recordaba una y otra vez aquella charla tan espontanea, "¿Hacía cuanto tiempo que no me reía de manera natural? ¿Cuándo fue la última vez que le pedí a alguien que dejara las formalidades y me llamara por mi nombre?, pero sobre todo ¿Por qué me sentí un poco dolida cuando me dijo que prefería no hacerlo, pero no pude ocultar mi sonrisa cuando explicó sus palabras y expresó sus intenciones de conocerme, a la verdadera yo, y ser mi amiga?". Aquellas preguntas no salían de mi cabeza, no entendía mi reacción, todo era tan frustrante y cada que lo recordaba me volvía a molestar conmigo misma por ser tan ingenua y creer en las palabras de una extraña, aunque fuera por un segundo.

Aun así, lo seguía recordando, dándole vueltas a lo sucedido perdiéndome también en lo curioso que era su nombre escrito, "¿Qué significa la D.? seguramente es aquel segundo apellido que mencionó, pero ¿Por qué ocultarlo y por qué ponerlo antes del que se supondría es su apellido principal?". Aquel era mi lado curioso hablando, ese que me servía cuando trabajaba en mis proyectos y me facilitó las cosas a la hora de estudiar durante mi época escolar, pero que ahora sentía que me metería en problemas. Después de la quinta vez que me descubrí tratando de dar respuesta a todas esas preguntas y percatarme que se había convertido en lo último que pensaba antes de quedarme dormida, vi con horror que aquel trozo de papel ya tenía un lugar propio en la base del monitor de mi computadora, siempre a la vista. En ese momento lo tomé con enojo, le di un vistazo y volví a recordar el día en que lo dejó. Pero en lugar de curiosidad, esta vez sentía enojo y frustración conmigo misma, el sentimiento aumentaba con cada palabra que recordaba.

-JA... ¿Amigas? Un Luthor no puede tener amigos... Pensando bien las cosas... es imposible que no me relacionara con Lex... Lo más probable es que sólo quiera estar cerca para sacar algún beneficio... información sobre la empresa o mi vida... si lo que dijo sobre su jefa es cierto, entonces le debe muchas noticias a Cat Grant y que mejor manera de cubrir su deuda que llevándole una buena exclusiva sobre la hermana del peor enemigo de SuperMan... Claro, ESO DEBIÓ SER. – Casi grité para mí misma al deducir lo que motivaba a aquella rubia. - ¿Tomar un café? ¿Tener una segunda charla para que me cuente sobre su otro apellido? ¿intentar llegar a mí con sentimentalismos al llamarme Kieran y darme toda esa charla sobre los nombres? Que carnada tan estúpida y apenas me doy cuenta... ¡que imbécil eres Lena Luthor!

Tras decirme todo aquello, estrujé el pequeño papel en mi puño y lo arrojé con furia a algún punto olvidado de mi oficina, los de limpieza lo recogerían y yo ya no tendría por qué saber más sobre aquella rubia. En ese momento empezaron a retumbar en mi cabeza los recuerdos de mi pasado, en especial lo sucedió con mi mejor amiga y Sara. Tomé mi bolsa y salí cual furia de mi oficina, por suerte ya era de noche y no había nadie con quien pudiera toparme. Conduje hasta mi penthouse lo más rápido que pude, necesitaba mi soledad, mi espacio, mis muros; al entrar arrojé mi bolso y mis tacones aun lado de la entrada para ir a por mi mejor botella de whisky. Serví un poco en un vaso y me acomodé en mi sillón dando sorbos cada tanto tratando de callar los recuerdos de aquellas traiciones. Así me quede dormida entre el ardor en mi garganta y las lágrimas en mi rostro.

Tierra 83 SuperCorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora