Capitulo 54 Tres meses sin Lena: Una vida sin un Luthor en ella

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Kara

En cuanto vi a Lena partir tomada de la mano de mi hermana, compartiendo tanta complicidad como la que alguna vez tuvimos ella y yo, sentí un intenso dolor en el corazón. En ese momento supe que este tiempo sin mi azabache iba a ser un infierno.... Y no me equivoqué...

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. . . .  Así se las imagina Kara u.u (créditos al autor :p)

u (créditos al autor :p)

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Los primeros días sin Lena fueron insufribles, no tanto por su ausencia sino por la culpa que sentía al haberle herido sin pretenderlo. Presionándola hasta el punto de que tuviera que irse para aprender a vivir sin mí, llenándome de miedo ante la idea de que lo consiguiera y no deseara volver. Pero es que eran tantos sentimientos encontrados, tantas sensaciones y voces a mi alrededor que no sabía a cual escuchar, quien tenía la razón, lo que debía hacer... ninguna idea estaba clara... ningún sentimiento podía discernirlo como cierto y eso me aterraba porque se supone que en mi marchita vida sólo existía una única certeza, la verdad absoluta que me había guiado atreves de la senda oscura en que se habían convertido mis días y sin ella no tenía excusa o perdón alguno ante mis acciones o decisiones.... ¿Quién sería yo si mi única verdad fuese una mentira?...

Las ideas, temores y remordimientos siguieron hasta que recordé que aun no había rendido honor a la promesa hecha a RAO. Puede que este año no le hubiera matado, pero poco faltó, y lo que había hecho había transgredido casi de igual manera aquella promesa... Sin pensarlo más, procuré lo necesario y procedí a realizar mi tarea. Cuando todo terminó fue como si el dolor barriera con las dudas y limpiara las ideas. Había conseguido la convicción y valor para olvidarme de Lena durante su ausencia. Enterrando su recuerdo en lo más profundo de mi memoria donde podría recuperarlo si regresaba o enterrarlo si decidía no volver... lo que ya no parecía tan mala opción pues cuando mi misión terminara me volvería enemiga del mundo; ella tomaría su bando mientras yo ya tenía el mío.

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Las semanas pasaron y yo me sepulté en trabajo tanto con mi capa como sin ella, cualquier cosa para no perder ante la tentación de los recuerdos. Aun así, no volví a pararme en aquel bar ni en ningún otro pues no tenía deseos de ser Kira. Lo curioso es que no tuve que buscar distracciones pues el mar de trabajo venía a mí. Y como la imagen de SuperGirl había quedado arruinada me vi obligada a crear artículos que explicasen la situación además de trabajar en cada pequeña tarea para mostrarme dócil ante el ojo público. Aun así, la tensión ante la capa seguía presente siendo alimentada por acusaciones a mi supuesta impunidad y comentarios mal intencionados que me hacían ver como una egocéntrica que se creía un Dios todo poderoso. Aquello me daba más problemas sobre todo porque la fuente era un idiota adinerado llamado Maxwell Lord quien había conseguido apoyo de diversos medios.

Tierra 83 SuperCorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora