Capitulo 50 Si renuncias... Seré yo quien se atreva a luchar por Lena

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Lena

La primer noche de juegos luego de tanto fue... única. A diferencia de la última, Kara y yo no nos evitábamos... tanto... Hablábamos cordialmente, aunque parecíamos amigas recién conocidas más que mejores amigas. No había confidencialidad ni monopolización de la atención o compañía de la una por la otra. Éramos dos simples amigas que estaban bien con su forma de tratarse. Aunque para los demás aquello parecía extraño, desconcertante y, por las expresiones de Winn y Alex, hasta peligroso. 

Pero ese era nuestro camino por ahora y lo habíamos dejado claro al actuar tan natural y despreocupadas como podíamos. Por mi parte, cada que sentía mis defensas mermar o la tristeza o nervios intentaban invadirme sólo me dejaba sumergir en los recuerdos de mi última noche con Kira. Aquello tenía un extraño, pero muy bien recibido sentimiento de tranquilidad y bienestar. En cuanto al tema de la salud de Kara y su mejoría, ella evadía cordialmente el tema rechazando hablar sobre lo sucedido de manera cordial y persuadiendo a Alex de que ya le contaría a detalle en otro momento. Así la noche transcurrió como cualquier otra para un grupo de amigos que disfrutaban de la compañía, al menos para ojos extranjeros... No así para Jess quien obviamente no se tragaba el cuento de mi aparente tranquilidad...

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El domingo Kara y yo nos evitamos excusándonos en el trabajo y bueno, no había mucha mentira en ello. Varios incidentes acumulados en mi ausencia hacían necesaria mi intervención lo antes posible y como era de esperarse Jess estaba al tanto de todo lo referente a mi agenda. Por lo menos mi querida secretaria y confidente logró contenerse hasta el final del miércoles para acribillarme con interrogantes sobre lo sucedido entre Kara y yo. Era obvio que no podía contarle todo acerca del pasado de Kara, así que omitiendo los datos más personales le expliqué sobre el rechazo que recibí por parte de mi rubia. 

Le conté que Kara tuvo una prometida quien había muerto de manera trágica hacía casi tres años. También le expliqué que Soleil era y siempre será el alma gemela de Kara, el amor de su vida y que a mí sólo me veía como su mejor amiga. Algo que me había dejado en claro al confesarme todo lo sucedido tras la muerte de su prometida. Por la que esperaría hasta el día en que la muerte las volviese a unir y que no había forma de que pudiese cambiar de idea.

Admití tener el corazón destrozado, hecho polvo, incluso me permití llorar siendo torpemente consolada por mi amiga quien ya no parecía tener excusas, ideas o contra lecturas para alentarme a seguir adelante con este amor fallido. Le hice prometer que no volveríamos a tocar el asunto, que el tema "Kara" sólo giraría alrededor de nuestra relación de amistad y no más. Derrotada y al parecer decepcionada, Jess aceptó mi veredicto accediendo a dejar el tema e incluso prometer que no tomaría ninguna acción vengativa o rencorosa hacía la rubia. Todo con tal de facilitarme el ambiente de amistad alrededor de Kara.

Aun así, días después todavía sentía la necesidad de desahogarme de todo el dolor que me invadía, pedirle a alguien que me dijese qué hacer... ¿pero a quién? ... Jess por muy confidente mía que fuera no sería objetiva ni imparcial, Winn... no tenía esa confianza con él, Alex... es la hermana de Kara y Eliza... su madre... Necesitaba a alguien imparcial, que no conociera a esa torpe y encantadora reportera, que pudiera ver todo este drama desde un ángulo distinto, más desapegado... Entonces como si fuera una señal del destino a mi teléfono llegó un mensaje.

Sam: 

Hola Lena, te mando mensaje porque Ruby ha insistido en mostrarte el experimento que le han enseñado en la escuela... dice que quiere la opinión de "una científica de verdad..."

Tierra 83 SuperCorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora