Capitulo 23 CADMUS I Lilian Luthor

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Kara

El domingo, me la pasé en el apartamento de Lucy cuidando de ella, no tenía nada de grave más allá de unos moretones y una ligera contusión, pero insistió en guardar reposo y que la consintiera. No era mi idea de un buen domingo, pero me sirvió para preparar todo lo que necesitaba para el viaje de Lucy, ya sólo quedaba que mis esfuerzos dieran sus frutos. Al final Lucy partió el martes por la mañana, la dejé en el aeropuerto junto con Alex (Lucy no quería que me regresar sola y seguía con su plan de ganarse a mi hermana, cosa que estaba logrando). Alex me llevó a CatCo y en el camino acordamos hacer noche de hermanas y cenar juntas algunos días ya que mi novia no estaría. Antes de empezar con mi día le mandé mensaje a Lena para desearle un buen día e invitarla a comer, ella respondió casi de inmediato deseándome un buen día también y accediendo a la comida. 

Mis horas en CatCo fueron normales, el artículo sobre la gala fue bien recibido, decidí incluir la ayuda de Lena para detener a los criminales lo que sumó puntos en la imagen de L-Corp y esperaba que también en la de Lena. Como casi todos los días se presentaron algunas emergencias que tuve que solucionar, por suerte nada fuera de la rutina o muy problemático. Logré terminar la mayor parte de mis investigaciones y artículos pendientes para el día sin muchos gritos por parte de mi jefe y las tareas extra que me encargaba la señorita Grant a causa de la ineficiencia de su secretaria, comenzaba a pensar que era tiempo perdido el que invertí en entrenarla. Al llegar la hora de la comida salí rumbo a L-Corp pues acordamos que lo mejor sería comer en su oficina ya que era más privado y tranquilo por lo que podíamos hablar cuanto quisiéramos. Ya que sería yo la que estuviera yendo y viniendo, ella se encargaría de pedir la comida para que estuviera todo listo cuando llegara. Nuestro descanso lo pasamos entre pláticas sobre nuestros respectivos días y burlas de Lena sobre mis hábitos alimenticios y como estos no concordaban con mi cuerpo ante lo que yo sólo reía y respondía "tengo un muy buen metabolismo". 

El tiempo de la comida terminó y Lena tenía una junta en una hora por lo que me despedí para que pudiera prepararse. Salí de su oficina despidiéndome de Jess de camino al ascensor, sin embargo, al salir de este y caminar rumbo al vestíbulo choqué por accidente con una persona. Me arregle las gafas y me disculpe de manera nerviosa, la persona con la que había chocado era una mujer madura muy elegante, casi tan alta como yo y con aspecto severo. Me veía de pies a cabeza como analizándome yo mantuve mi actitud nerviosa, estaba por disculparme de nuevo, pero ella sólo se irguió más, tomando una postura orgullosa como si fuera la dueña del lugar... "ten más cuidado chiquilla" fue lo único que dijo y se fue, su voz era desdeñosa y su caminar excesivamente confiado y amenazante. En cuanto me dio la espalada yo también me erguí dejando atrás los nervios y le seguí atentamente con la mirada. No sabía quién era esa mujer, pero lo averiguaría pues tenía algo que no me agradaba.


X

Al caminar rumbo a los ascensores una inepta chocó conmigo, estaba por reclamarle y hacer que la sacaran a patadas de mi empresa cuando me fijé de quien se trataba. Era una chiquilla algo alta, cabello rubio oscuro, ojos azules y unas ropas ridículas. Tenía lo que parecía ser un tic nervioso que consistía en acomodar fastidiosamente sus lentes, balbuceaba unas penosas disculpas sin verme directamente a los ojos. A simple vista recordaba a un perrito nervioso luego de un regaño, lo que me pareció gracioso cuando pude reconocerla. Aquella joven era Kara Evans, la reportera estrella de Cat Grant, anteriormente conocida como Kara Danvers quien desapareció del radar por muchos años hasta que misteriosamente regresó a Ciudad Nacional al mismo tiempo que apareció ese fastidio que se hace llamar superhéroe. 

Decidí no decir más y caminar rumbo al ascensor, ya habría tiempo para eso, al estar cerca de uno las puertas se abrieron y pude divisar de nuevo su figura en el reflejo de la pared de espejo que tenía el pequeño cubo de metal. Ya no era la chiquilla nerviosa y algo encorvada de antes, su postura era erguida, desafiante e imponente, como queriendo demostrar su fuerza. Pero su mirada era pesada, llena de sospecha y amenazante, parecía como si pudiera arrebatarte la vida sólo con ella... "Supongo que no soy la única que guarda secretos dentro de los secretos, muchos dicen que soy un monstruo, mi hija incluida." Pensaba mientras entraba al ascensor y oprimía el botón del último piso. "Bueno si eso es cierto, entonces un monstruo puede reconocer a otro" completé mi idea mientras las puertas se cerraban y veía de nuevo a aquella joven aun parada donde la deje. Su imagen volvió a ser la de la misma patética reportera de antes, supuse que su reflejo me mostró su verdadero rostro. Mientras pasaban los pisos, pensaba en lo interesante que será el verla caer cuando mi plan se completa, pero primero debía ver qué relación tenía con mi hija y buscar la manera de utilizarlo a mi favor.

Tierra 83 SuperCorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora