Capitulo 43 Inestable: Pasos sobre un campo minado

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Alex 

Justo hoy tuve que dejar el departamento de Kara todo por ir a mi estúpida revisión periódica para ver el avance de mis estúpidas heridas. Pero luego de recibir el mensaje ni siquiera me detuve a explicar o disculparme con quienes chocaba. Sólo me levanté de mi sito, el médico me estaba dando indicaciones y resultados, pero no me importó dejarlo con la palabra en la boca. Salí de la oficina corriendo rumbo a mi auto y sin importar nada más conduje con sólo una cosa en la mente... Kara...

No sé cuántos semáforos me salté, lo importante es que en unos cuantos minutos ya estaba corriendo por el pasillo llegando a su puerta. Nada más abrirla fui directo a la habitación de mi hermana....

- ¡Kara! – Fue lo primero que dije nada más entrar, ahí estaba ella entre los brazos de la azabache en lo que parecía un abrazo muy necesitado por las dos.

- . . . – No obtuve respuesta.

- ¿Kara? – Pregunté preocupada adentrándome unos pasos, ella sólo se aferró un poco más a Lena.

- Kara, es Alex... - Lena intentó llamarla, pero no se dignaba a levantar la mirada.

- No quiero visitas... - Fue lo que respondió para luego acurrucarse más en la azabache ocultando su rostro en hueco entre su cuello y hombro. Su voz era un poco dura, como si estuviera algo molesta, pero ¿por qué? ¿Con quién? ¿Era conmigo?... La impresión me dejó congelada en mi sitio.

- Kara, es tu hermana ha estado preocupada por ti... - Intentó de nuevo la ojiverde con voz tranquila, pero algo preocupada mientras pasaba una mano sobre el rubio cabello de mi hermana como buscando tranquilizarla.

- ¡NO QUIERO! – Prácticamente gritó, lo que nos sorprendió tanto a la azabache como a mí. Lena me observó apenada con una mirada de no saber qué hacer más que retomar sus caricias en el cabello de Kara. Sin embargo, al ver las lágrimas correr por las mejillas de mi hermana creo poder entender el porqué de su reacción. Suspiré derrotada, Kara suele ser muy sensible y creo que aún está un poco inestable, por lo que no le ha de agradar la idea de que le veamos así, además de que parece apenada. Me había dado cuenta cuando entré pues se pegó más al pecho de la azabache apartando la mirada nada más ver mi yeso. Creo que se siente culpable por lo sucedido y por lo mismo no quiere verme ahora.

- Tranquila, me voy a retirar... - Lena parecía querer protestar, pero no la dejé... - Lena, no te preocupes, creo saber que pasa y... Kara... - Le llamé en tono serio, ella se tensó y sujetó a la azabache más fuerte sin dejar su escondite... – Sólo quiero que sepas que sé que no fue tu intención y que lo único que me importa ahora... y siempre... es que te encuentres bien...

- . . . – Al no obtener respuesta me dispuse a salir dándole una sonrisa gentil a Lena y pidiéndole con la mirada que cuidase de mi hermana. Ella pareció entender porque respondió con un asentimiento de cabeza y una mirada de disculpas, pero nada de esto era su culpa, ya hablaría con ella luego.

- Mantendré a todos alejados para que puedas estar tranquila hasta que estés lista... mamá y papá van a entender cuando les explique... te siguen esperando... - Dije antes de salir, Kara asintió con un sutil movimiento de cabeza, eso ya era algo. – Te amo Kara...

- Yo también Alex... - Respondió cuando estaba por cerrar la puerta tras de mí. Después de días por fin pude escuchar su voz, estaba tan estrujada por todo lo que había pasado, pero mi hermanita estaba de regreso y me encargaría de que pronto pudiese reír de nuevo para que fuera librándose de esa gran tristeza con la que carga y pueda volver a vivir. Con lágrimas de alivio cerré la puerta y fui en busca de mis padres para explicarles la situación.

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