Capítulo 25

1K 165 39
                                    

AVISO 📌

Hay contenido adulto en este capítulo. Lee bajo tu propia responsabilidad 🔞

Law y (TN) estaban tumbados sobre el colchón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Law y (TN) estaban tumbados sobre el colchón. Solos en aquella carpa y comiéndose a besos. Besos largos, húmedos e intensos, los cuales solo cortaban cuando necesitaban aire para respirar. No quería tener que esperar a tener una habitación en un hotel para entregarse el uno al otro. En aquel momento todo les daba igual.

Mientras sus lenguas jugueteaban entre ellas, el pelinegro introdujo una de sus manos bajo la camiseta de la chica. Fue acariciando su espalda hasta llegar al enganche del sujetador y apretar el enganche con sus dedos. Se las apañó para retirar la prenda sin quitarle la camiseta. Separó sus labios de los de ella y se incorporó ligeramente. No es que no quisiera seguir besándola, simplemente quería observar su cara mientras acariciaba sus marcados pezones por encima de la tela. Le excitaban esas expresiones de placer mientras le miraba fijamente con esos ojos (t/c). La quería y la deseaba tanto. Había sido un pequeño rayo de luz en su oscuridad. Acercó de nuevo su cara a la de la joven y le dio un suave beso.

—No grites mucho —le advirtió, poniendo el dedo índice sobre sus labios entreabiertos.

Acto seguido se incorporó para desabrochar el pantalón de (TN) y deshacerse de él junto con sus braguitas. Dejó todo en el suelo, junto al colchón. Volvió a recolocarse entre las piernas de la chica, empujando suavemente sus rodillas hacia los lados para tener mejor acceso. Se inclinó hasta quedar en frente de su intimidad. Utilizó dos de sus dedos para separar los labios exteriores y comenzó a lamer. Ella soltó un pequeño gritito y sus piernas temblaron ante el primer contacto. Cuando Law comenzó a rozar su clítoris con la punta de la lengua, haciendo rápidos movimientos, los gemidos de la joven aumentaron un poco el volumen. El pelinegro recordaba que le había dicho que no gritara mucho, pero le encantaba escuchar esos gemidos provocados por él. Tan solo pasaron unos minutos cuando (TN) le tiró del pelo, indicando que se apartara. Él se separó un poco y la miró desde ahí abajo.

—¿Puedes entrar ya dentro de mí? —preguntó ella, aunque más que una petición pareció una orden.

Law no podía negarse, y menos con esa expresión de ansia y necesidad que ella tenía dibujada en el rostro. Se levantó para quitarse los pantalones. Los dejó junto a la ropa de la chica e hizo lo mismo con sus calzoncillos. Pudo observar como la joven miraba fijamente su entrepierna, mientras se mordía el labio. 

—Algún día me tienes que explicar que te puedo hacer ahí para que te guste —comentó, como si nada.

—Un día que estemos más tranquilos —dijo él, mientras se tumbaba a su lado. Era obvio que (TN) no era consciente de lo que había conseguido excitar a Law con esas palabras. Ya se imaginaba sus manos, su lengua... Soltó un pequeño gruñido y colocó las manos en la cintura de la chica—. Ponte de lado.

Donquixote Circus «Law x Lectora»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora