Justi y La Resistencia

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Justi, o mejor antes conocido como Luke, era un perro que se había escapado del centro de adopción, llevándose consigo una pequeña manta para que no le diera frío.

Así pasaron horas, días y semanas, el pequeño Justi (Luke) se sentía muy solo, demasiado solo en aquella pequeña manta.

Así pasaron horas, días y semanas, el pequeño Justi (Luke) se sentía muy solo, demasiado solo en aquella pequeña manta

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Hasta que una chica pasó por allí, y decidió adoptarlo. Ella caminó muchas horas, pero al fin llega a su casa para presentar el nuevo integrante de la familia.

—¡Qué lindo! —dijo su madre.

—Tú te encargas de él después... —respondió el padre.

—¡Deja tomarlo, deja tomarlo! —dijo su hermana pequeña.

—¿Ya tiene nombre? —preguntó su hermano mayor, aunque solo era por simple curiosidad y no por interés.

—No, no tiene. ¡Gracias por recordármelo, Seba! —le dijo ella.

—De nada, Denisse. —respondió Sebastián.

—Lo llamaremos...

Toda su familia le dio sugerencias, pero al final el nombre que le dieron fue Luke. Todos—menos su hermano que estaba pegado a su teléfono— tomaron a Luke en brazos, apenas era un cachorro.

Y así pasaron los años, los cuales en que Luke fue creciendo y aprendiendo por parte de Denisse sus trucos y jugarretas

Hasta que llegó el día que cambiaría todo: El día de la guerra.

Luke, el cual ya con 6 años esperaba a Denisse en la puerta, empezó a escuchar ruidos fuertes afuera de su casa. Luke corrió hacia la ventana y le ladraba todo el rato.

Denisse, la cual llegó tiempo después, llevó a Luke fuera, donde le dijo unas palabras:

—Luke, este es un momento difícil tanto para mí como para ti. Te pido por favor que seas fuerte, que ningún extraño te llegue a tocar, que seas como siempre ha sido y nunca cambies, que huyas de aquí y que te salves.

Luke empezó a sollozar por las palabras que le había dicho su dueña, su amiga desde que era un cachorro.

—No llores, solo corre y sálvate, es por tu bien y por el de todos.—una lagrima resbaló por la mejilla de Denisse, mientras Luke solo quería estar con ella.

—Wof! —ladró hacia un extraño.

—¡Vete Luke, sálvate de todo esto!

Y así fue, Luke corrió, corrió y corrió. Todos sus recuerdos con Denisse se esfumaban poco a poco mientras sus patas podrían mantenerse estables.

Las explosiones se hacían más fuertes y no parecían terminar, lo cual era para un perro quedarse sordo. Hasta que en un momento, dejó de correr y miró hacia atrás, pudo ver a su dueña llorando de rodillas, a él también se le escaparon algunas lágrimas y caminó lentamente.

EliteCraft - El principio del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora