EliteCraft - El principio del fin

Hospital abandonado

¿Desde cuando ha sido buena idea visitar lugares abandonados y probablemente "embrujados"?

Esa era la pregunta que se hacía Carlos, no entendía porque accedió a que la gente se subiera a los caballos y emprendieran camino hacia un hospital que desconocían que podría tener, gente en el interior era una de aquellas opciones.

Con cuidado, se levantó de las cajas aplastadas de cartón que usaba como colchón, pasó por encima de varios refugiados y abrió la puerta que básicamente era un pedazo de metal. Miró que nadie o nada los estuviera esperando y sacó lo necesario de una mesa.

4 botellas de agua, 4 barras de energía, una Uzi, vendas, una linterna y 2 máscaras de gas. Eso bastaría para la expedición. No era mucho para alguien normal que estaba viviendo sin involucrarse en una guerra, pero para 4 personas viviendo en situación de guerra una barrita de energía y agua suponían una gran recompensa, habían incluso personas que estaban dispuesta a matar por algo de comer.

—Qué tal, Carlos. —pegó un pequeño salto el de ojos azules, para encontrarse con la cara de Luh recién despertada.

—Pareces un zombie con la cara que me llevas. —bromeó.

—No me sorprendería encontrarme con uno de esos en estas situaciones.

—Si tuviéramos una cámara, se haría viral.

—¿Que haces con 2 botellas de agua? —preguntó el de ojos café, cambiando de tema.

—Son 4, ciego, y son para visitar el hospital que para nada está totalmente vacío y con gente dentro. —dijo sarcásticamente.

—Se más optimista.

—Lo intento, pero es imposible.

—¿Ya sacaste la linterna?

—Si...

—¿A quién vamos a llevar con nosotros?

—Supongo que Gona vendrá, y Rius creo que también, deberías ver que cuando busca recursos parece una gallina buscando a sus crías.

—Hablando de los Reyes de Roma... —más pasos se escucharon, el de lentes y la "gallina", apodada así por Carlos se despertaron.

—¿Listos, chicos? —les preguntó Gona.

—¡Sí Capitán, estamos...! —Rius recibió una colleja por parte de Carlos, le molestaba un poco que en las situaciones serias alguien riera o hiciera una broma.

—Carlos...

—Lo siento. —se disculpó.

Después de tanta charla, se subieron a los caballos y comenzaron un largo camino hacia el hospital.

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Transmisión 003, Rubik al habla.

—Señor, creo que ya se han ido Gona y Luh, ¿que hacemos?

—Ataquen, todo lo que puedan, llévense a los refugiados si es que se resisten, esto será pan comido.

—Como usted diga, señor Rich.

—Vuelvan pronto, Rubik.

Transmisión 003 terminada, Rubik fuera.

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