EliteCraft - El principio del fin

De mal en peor

HARDY

—Tío, la perdí y ya no puedo hacer nada...  —ahora mismo solo puedo pensar en lo mal que la está pasando.

Yo me quedaba callado escuchando todos sus sollozos y sus llantos, algunas veces hasta me daban ganas de llorar a mí. De verdad quería ayudarle, quería consolarlo, pero simplemente yo no podía entenderlo.

Y aunque Bobi hubiese desaparecido, es más doloroso una pérdida de alguien que valoras que alguien que conociste solo por un conflicto. Luh ya me había contado de que era su amiga desde la infancia, todo el tema que pasaron y demás.

Le pegué unas palmadas en la espalda, para aliviarlo un poco. Se frotó los ojos una vez más y continuó su mar de lágrimas. Al ver que su estado de ánimo no mejoraba, decidí levantarme e ir a respirar un rato el aire "fresco".

Ya pasó un rato desde que algunos fuegos artificiales se escucharon, el comienzo del año no estuvo de buen pie por los disparos a lo lejos.

Pero yo no me convencía de que el alma de Lili hubiera desaparecido, ¿y si solo fue un disparo en otra parte del cuerpo? ¿Y si otra persona se interpuso entre aquel disparo y Lili?

Observé a Rius, quien estaba acostado en el piso al parecer dormido. Aproveché para sacar unas cosas que se quedaron adentro del auto, entre ellas unas mantas con algo de comida, no era mucha ya que la mayor parte de las provisiones estaban en el coche donde desaparecieron todos.

—Solo falta que me quede solo...

Ay dios Hardy, que gran error al decir eso. No sabes lo que te va a esperar.

Entré en la casa y Luh estaba viendo un programa de dibujos animados, su aspecto me sorprendió para en el ánimo que estaba.

Sus ojos obviamente estaban rojos, pero mantenía en su cara una pequeña sonrisa, como si nada de lo ocurrido anteriormente hubiese pasado. Le murmuré un "hey", pero no me contestó.

Subí por las escaleras a echar un vistazos a los otros 2 chicos que venían en el coche, ambos estaban dormidos. Bajé para avisarle a Luh de que se fuera a dormir, pero me dijo otra cosa.

—Yo me quedo aquí, tú tranquilo.

Aquellas palabras sonaban muy convincentes, no me hice de rogar y subí para tirarme a una habitación infantil.

¿Y por qué una habitación infantil? Ya que los otros 2 inútiles se habían quedado con la cama que era para mí y para Luh, no me quedó de otra que acostarme en una cama de Hello Kitty para dormir.

Sonreí hacia la nada, para luego cerrar los ojos y dormir. Pero eso no ocurrió, en cambio me sentía inseguro, sentía un ambiente demasiado extraño al que estaba acostumbrado.

Abrí los ojos y me asusté por un instante al ver unos dedos recorriendo el marco de la puerta. Después Luh se asomó con una sonrisa burlona.

—Joder, no es gracioso... —espeté malhumorado.

—¿Tan enojado tan siquiera por una bromita? —me dijo manteniendo su sonrisa.

—Déjame dormir, coño.

—No te puedo tomar enserio con una cama de Hello Kitty y tu aspecto tan rudo. —se le veía en la cara que estaba a punto de estallar en carcajadas.

—Es lo que había, ahora vete. —mi nivel de enfado era más de 9000.

—Ok...

Al fin pude cerrar los ojos y dormir pacíficamente sin ruido de la gente o algunas chicas mirándome raro.