Capítulo 15.

61 7 2
                                    

Emm

Odio las fiestas, pero Lucas había insistido mucho por teléfono, Axel me había dejado con la miel en los labios y no tengo amigos. Lucas me convenció, me arreglé y salí, sólo quería estar un rato, despejarme y volver a la habitación, lo último que esperaba era el beso de Axel.

Separo nuestros labios, no entiendo el comportamiento de este chico, me va a volver loca.

-¿Qué haces? ¿Por qué haces esto? -Digo confusa

-Lo necesitaba, te necesitaba, vamos arriba Emm. -Me susurra al oído. 

-No -No pienso irme con él. No quiero ser una más. 

-Emm, -levanta una ceja - no voy a acostarme contigo, al menos esta noche.

-No me fío. -Le suelto sin más.

-Por favor, solo quiero hablar contigo, y este no es el mejor sitio. -Sonríe de oreja a oreja. 

-¿De qué quieres hablar? -Tengo que ponerme seria con él, sino hará conmigo lo que quiera. 

-De lo que quieras, pero por favor, vayámonos. -Me agarra del brazo y tira suavemente de mí. 

Decido ir con él, pero subimos por las escaleras, no creo que subir en el ascensor con él sea la mejor opción. Mientras subimos Lucas me llama por teléfono, claro, le he dejado plantado, me invento una excusa rápida diciéndole que no me encuentro bien, mientras Axel me pone caras. Cuando llegamos a la habitación Axel hace lo propio, se descalza y se tumba en mi cama, no tiene vergüenza.

-Bueno y de que quieres hablar. -Digo mientras me quito los zapatos.

-De nada ¿Y tú? -Me mira fijamente. 

-Me has sacado de la fiesta con la intención de hablar. -Me está empezando a cabrear su comportamiento. 

-Sí, pero ahora no quiero hablar, si quieres habla tú, yo te escucho.

-¿Por qué eres así? -Me siento en una silla mirándolo 

-¿Así, cómo? Sé concreta. -Dice en un tono que no me gusta. 

-Como un imbécil Axel, llegas a la fiesta, estoy tan tranquila y a gusto, te acercas, me besas y ahora haces como que no ha pasado anda, unos ratos me tratas bien, y otros mal, me confundes y sacas lo peor de mi, estás jugando conmigo. No sé qué pensar de nosotros. 

-¿Nosotros? -Pregunta exclamativo- Mira Emm, no sé qué planes tienes tú, pero desde luego, no va a haber un nosotros, no empieces a etiquetar algo que no es. 

  Me ha llegado al corazón, me ha dolido, sabía que no iba a haber nada, que sólo iba a ser un lío de una noche, y ahí lo tengo, saliendo de su boca, doliendo más que una puñalada. 

-Vete Axel, vete y no me hables más. -Es lo único que puedo decir. 

-No Emm, no me voy a ir sólo por decirte que no hay un nosotros, no tienes por qué ponerle etiquetas a todo, y ahí está tu problema, necesitas saber a ciencia exacta cada cosa que haces, cada cosa que ocurre. -Se levanta de la cama y se acerca a la ventana. 

-Claro, ahora la culpa es mía.  -Espeto.

-Tienes miedo de que las cosas no salgan como esperas, y ahí está tu problema Emm, te centras en las cosas que apuntas en tu maldito cuaderno y no eres capaz de conocer lo que no tienes escrito. -Soltó Axel sin venir a cuento mientras miraba por la ventana.

-No es eso, estoy dolida, todo lo que he construido se ha derrumbado de un momento a otro, tengo esa sensación, ese nudo en la garganta de que ya nada es como antes. -Contengo las lágrimas, no voy a llorar ni una sola vez más, y menos delante de él.

JUSTO A TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora