Capítulo 24

37 6 1
                                    

Axel 

Me quedé mirándola toda la noche, controlando que su respiración no parase, ni fuera más rápida o agonizante. Estaba tranquila, estuvo balbuceando mucho tiempo, supongo que quería decirme algo, tal vez insultarme, juzgarme por haberla cercado a todo esto. Tengo que alejarla de mí, es muy buena para tener que pasar por este tipo de cosas, no se merece esto que la ha pasado, ni ella, ni nadie. Tengo que averiguar quiénes fueron las que le dieron ese vaso. 

-Axel. -Dice mi nombre sacándome de mis pensamientos. 

Me acerco a ella. 

-Emm, ¿cómo estás? -La digo suavemente. 

-Tengo mucho calor y me duele todo el cuerpo, hasta la cabeza.  -La empiezo a desarropar. 

-Es normal, bebiste mucho y te drogaron, tienes que estar con una resaca horrible, pero no te preocupes, yo te cuido. -Le digo sentándome al lado de ella.

-Gracias. -Sonríe. 

-¿Quieres quitarte esa ropa y ponerte una camiseta mía? Estarás más cómoda, anoche no te lo quite porque no podías decirme si podía o no cambiarte de ropa, así que te dejé así. 

-Lo necesito, los pantalones me aprietan. -Sonríe. 

Me levanto a mi armario para dejarla una camiseta que la esté grande y un pantalón de chándal que la esté bien. 

-Gracias por todo lo de anoche, no recuerdo mucho, pero gracias. Cualquiera podría haberse aprovechado de mí, tu en cambio no me desabrochaste el pantalón. -Se incorpora.

-No lo haría nunca, ni a ti ni a nadie. Puede que te parezca muy mala persona, pero tengo mis principios Emm. -La digo siendo sincero. 

-Lo sé, por eso me gusta tanto Axel, porque eres realmente sorprendente. -Se acerca para darme un beso. 

-He estado pensando toda la noche Emm, y creo que no es buena idea que sigamos con lo nuestro, me gustas de verdad, pero quiero alejarte de estas cosas, no quiero que vuelva a pasarte lo de anoche, ni que tengas que juntarte con gente capaz de hacer ese tipo de locuras. No te conozco mucho, pero sé que las fiestas no son tu punto fuerte, y mira lo que te he hecho. Necesitas a alguien que te sepa querer y te cuide -Me echo el pelo para atrás.

-Ya lo haces tú, todas esas imperfecciones, te hacen ser perfecto para mí, te quiero por como eres Axel, no por cómo deberías ser. -Mis ojos se abren. 

-Has dicho que... ¿me quieres? -Se ruboriza. 

-Sí... bueno, en el sentido de que me gustas, que... 

-Emm. -La interrumpo. -Tranquila, te lo he dicho porque nunca, nadie, a parte de mi madre, me ha dicho que me quiere, y oír salir esa palabra de tu boca, hace que el corazón se me encoja. 

-Y tu Axel... ¿Qué sientes? - Mierda, no sé que decirla. 

-No lo sé, aún puedo decirte que te quiero, porque me gustas, quiero avanzar e ir despacio contigo, nunca he querido a nadie, ni sé que se siente, pero lo que tengo claro es que sigamos juntos, haciéndonos felices. -Miento, pero no quiero decirla la verdad, tengo miedo de que una vez que sepa mis sentimientos, se vaya. 

-Vale, lo comprendo. -Su rostro ha cambiado por completo.

Me levanto de la cama y voy a la cocina a preparar el desayuno. Caliento leche y  la echo ColaCao, si algo he visto los días que se ha quedado a dormir aquí es que desayuna eso. Se lo llevo a la cama para que no tenga que moverse.

-Gracias Axel, eres un encanto. 

Cuando ha terminado de desayunar, se levanta. 

-¿Dónde vas? -Le digo 

JUSTO A TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora