Capítulo 27.

26 4 3
                                    

Emm. 

Me levanté en una habitación ajena a la mía y rodeada por un brazo que me estaba poniendo dolor en el cuello, Axel. Intenté levantarme sin despertarle, pero tiene el sueño ligero. 

-Buenos días Emma, ¿ya te quieres liberar de mí? -Sonríe. 

-Tienes unos despertares estupendos, ojalá fueras así el resto del tiempo. -Me echo a reír. 

-¿Cómo has dicho? -Me coge de la cintura y me empieza a hacer cosquillas. 

-Nadaaa, no he dicho nadaaa Axel. -Grito mientras pataleo. 

Finalmente me deja de hacer cosquillas y me acurruca contra él. 

-Gracias por darme la oportunidad de seguir a tu lado Emm. -Me besa en la frente. 

-Gracias a ti por estar dispuesto a ser mejor persona por mí. -Nos fundimos en un beso. 

Al poco tiempo me levanto, me arreglo un poco y voy a la cocina a preparar el desayuno, pero para mi sorpresa Axel se ha adelantado. 

-Uff, tortitas con nata. ¿Cómo me puedes conocer tanto? -Le digo mientras me siento en la mesa para desayunar. 

-Menos mal que he acertado, no sabía si te iban a gustar. -Se echa a reír. 

-Pues para tu información no es que me gusten, es que me encantan, es de mis desayunos favoritos. ¿Dónde aprendiste a cocinar también? -Me pregunta sorprendida. 

-Demasiados años solo Emm, al final acabas viéndote vídeos de youtube y copiando recetas. -Sonríe. 

-Has envejecido ochenta años Axel. -Grito mientras una carcajada me invade. 

-No mientas, es la verdad, tu ves vídeos de como decorar habitaciones y yo por el contrario de como cocinar, soy un auténtico partido, no me puedes dejar escapar. -Guiña un ojo. 

-La verdad es que sí, no te lo puedo negar, eres un chico completito. -Me apresuro comiéndome la última tortita. 

Cuando acabamos le ayudo a recoger toda la cocina y a limpiar un poco la habitación, la tiene hecha un desastre, cuando acabamos nos despedimos, y yo me voy a mi habitación. Hago un poco de limpieza y coloco varias cosas. Cuando quiero darme cuenta es la una de la tarde, tengo que hacer la comida y pensar en la cena que voy a hacer. Mientras hago la comida se me ocurre la idea de salir a cenar con Lucas, Leo y Judith, así que escribo un mensaje por el grupo en el que estamos los cuatro, todos aceptan así que ya tengo plan, después iremos a la fiesta, aunque me pone un poco nerviosa la reacción de Axel, sé que al final estaremos sentados todos juntos y le tendré prácticamente en frente, pero se me hace rara la situación. 

Termino de comer y recojo, me tumbo en la cama mientras veo un capítulo de Black Mirror, acabo quedándome dormida hasta las siete, me despierto sobresaltada ya que se me ha echado la hora, quería haberme empezado a arreglar a las cinco y media, pero como solución no me lavaré el pelo y me lo recogeré en un moño.

A las nueve decido bajar a la entrada del hotel, están allí el resto, como siempre yo llegando tarde. 

-Holaaaa a todos. -Grito por el pasillo. Llevo mucho sin verles, desde que me fui a España y les he echado de menos. 

-Hola Emm. -Me saludan y nos damos un abrazo colectivo. 

Cuando hemos terminado de saludarnos y de hablar nos metemos en el coche, esta vez conduce Lucas, y vamos a cenar a una pizzería, que hace una de las pizzas más ricas que he probado nunca. Durante la cena hablamos de todas nuestras cosas, nos ponemos al día con todos nuestros asuntos. Noto que Lucas está demasiado encima mío, me agobia el hecho de que todo el rato me pregunte cosas y esté sentado muy al lado mía. Al principio iba a ponerme al lado de Leo, ya que me parecía lo más correcto, pero Lucas me dijo que me había reservado ese asiento así que acepté, lo que no sabía es que iba a pegar tanto la silla a la mía, sólo espero que en la fiesta no esté pegado a mí, porque ya me puedo imaginar la reacción de Axel. 

JUSTO A TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora